RED43 opinion EditorialChubut
18 de Enero de 2016
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GRACIAS A DIOS EL PETRÓLEO SIGUE EN BAJA

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En Chubut, para los políticos, para los administradores temporales del Estado, para los que se dedican a gastar la guita de nosotros los contribuyentes, para los que viven directa o indirectamente agarrados de la teta del Estado, son malas, muy malas, pésimas las noticias que llegan desde el mundo en lo atinente a la caída en precio del petróleo.

 

Precio sobre el que no pueden influenciar en nada porque la mano invisible del Mercado les recuerda que son insignificantes por más que hagan una y mil declaraciones por la prensa, mil y una rosca política entre sindicatos y empresas petroleras para supuestamente defender las fuentes laborales.

 

Entiéndanlo, el precio del petróleo no lo ponen ustedes, y jamás van a poder ponerlo. Por más que jodan con los famosos “precios sostén” para asegurar la continuidad de la explotación y la exploración. Porque nada es gratis en la vida. Nada. Y si quieren creerse la mentira del precio sostén, digan la verdad: el precio sostén se logra quitándole a alguien lo que le dan a las petroleras para que estas no bajen sus equipos. El precio sostén con el que tanto mienten, se sostiene sacándole a alguien vía impuestos, o sacándonos a todos vía inflación. El Estado nunca genera riqueza, solo administra la guita que le quita a los que trabajan.

 

Entonces ahora, que el petróleo está a la baja y seguirá en baja, llegó la hora de ajustarse el cinturón y pagar los excesos de los pasados años. Cuando en 2007 y 2008 el petróleo valía 130 dólares, se rifaron la guita incrementando el gasto público, nombrando empleados, robando con sobre-precios y coimas en obra pública de mala calidad, rifando la guita de nuestros impuestos, poniendo guita en la construcción de autódromos, construyéndole a clubes privados canchas de fútbol de césped sintético, prometiéndole guita a la FATPREN -el gremio de los periodistas- para que el gremio tenga su propio edificio, a costa de los contribuyentes y no de los afiliados del prebendario gremio periodístico. Distribuyendo la cajita feliz a cuanto periodista fuera a pedir una pauta del municipio o de la provincia, contratando periodistas para que pregunten o peor aún, para que no pregunten. Desparramando los famosos “créditos de honor” para los que menos tienen, con el inconfesado interés de ser votados.

 

Por eso digo que GRACIAS A DIOS EL PETROLEO SIGUE EN BAJA. El petróleo en baja, significa que en Chubut se acabó la fiesta por un tiempo.

 

Al menos por un tiempo, el Estado, tal como lo dijo obligadamente Das Neves la semana pasada, tendrá como prioridad, garantizar los servicios elementales e ineludibles, tales como lo son la salud, la educación, la seguridad, y la justicia.

 

No hay más guita para seguir rifándola como se la rifo en época de vacas gordas. El otro beneficio indirecto de todo esto, es que desde el Estado, los políticos corruptos y los empresarios prebendarios, tendrán menos disponibilidad de guita para robársela descaradamente como lo hicieron en los pasados 30 años.

 

Porque mientras no cambiemos nuestra cabeza y nuestra forma de salir de pobres, la historia siempre se repite:

 

Primero: mucho gasto público en lo que sea, basado ese gasto en buenos precios cíclicos ya sean de la soja, del petróleo o del recurso que sea.
Segundo: cuando el recurso no alcanza para financiar la fiesta, viene la deuda, la emisión de títulos, la colocación de letras o lo que sea. Crédito hay, total por el momento el petróleo sigue en alza.
Tercero: Cuando el petróleo, la soja o lo que sea corrige a la baja, quedamos todos colgados del pincel y con una fiesta que hay que pagar.
Cuarto: Nos declaramos insolventes, se nos acumulan las deudas, nos vienen a golpear la puerta con todo lo que gastamos a cuenta, los empleados quieren cobrar, igual que los proveedores del Estado que sabiendo cómo es la historia, también fueron co responsables y vendían con sobre-precios.
Quinto: Ley de Emergencia Económica. Es decir, pateamos para adelante la deuda, reprogramándole los pagos a los proveedores, y salimos a buscar guita al precio que sea para seguir haciendo girar la rueda.

 

Mejor y más resumidamente lo explica Jose Luis Espert : Gastadores compulsivos, defaulteadores seriales.
Mientras no aprendamos la lección, repetiremos la experiencia una y mil veces.
Por eso siempre digo: Más Mercado, menos Estado.

 

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