A horas de la caída de la sesión en Diputados, las fuerzas de seguridad continúan arrojando balas de gomas y gases lacrimógenos contra manifestantes que rondan las inmediaciones del Congreso.
Los incidentes comenzaron apenas iniciada la tarde, cuando las columnas que comenzaron a llegar a la zona del palacio legislativo fueron dispersadas por la Policía Federal y la Gendarmería en el marco de un operativo que incluye carros hidrantes, cientos de motos y diversos blindados.
Hubo corridas y empujones en las filas de los manifestantes que lanzaron piedras por encima de las vallas que protegen al palacio legislativo y hacia donde se encontraba la Policía.
Un extenso vallado, camionetas, carros hidrantes y más de 600 efectivos de la Gendarmería y la Policía Federal se encuentra resguardando el edificio sede del Poder Legislativo.