05 de Julio de 2017
deportes |

Mundial ’78: Revelan el mensaje contra la dictadura que estaba a la vista de todos

El periodista David Forrest narra en el diario británico The Guardian como develó, casi cuatro décadas después, un misterio que le había llamado la atención en su niñez. La marca negra en los arcos

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Casi 40 años después de la consagración del equipo de César Luis Menotti en la Copa del Mundo de Argentina 1978, se conoció una protesta silenciosa, pero a la vista de todos: pintaron de negro la base de los palos de los arcos.

 

El periodista David Forrest narra en el diario británico The Guardian como develó, casi cuatro décadas después, un misterio que le había llamado la atención en su niñez. La marca negra en los arcos

 

​Mientras visitaba la Argentina para acompañar a su esposa en una investigación, Forrest se encontró, casi de casualidad, con la respuesta a aquel interrogante.

 

El periodista cuenta en su crónica que miraba las fotos de un libro del Mundial 1978 en una parrilla de Palermo, cuando el mozo le preguntó por qué le interesaba tanto. Forrest le contó de su interés en los arcos y, especialmente, en los postes. Y su interlocutor le aconsejó que fuera a visitar el Monumental.

 

El periodista no solo fue a ver un Superclásico, sino que también hizo una visita con el estadio vacío. Y cuando le hizo su pregunta al encargado de la cancha, este lo llevó a la utilería y le mostró una serie de fotos viejas, de las personas que por entonces trabajaron en la cancha.

 

Una imagen se le hacía familiar: allí estaba retratado, con cuarenta años menos, el mozo que lo había atendido en la parrilla. El encargado de la cancha le dijo que se llamaba Ezequiel Valentini y unos días más tarde Forrest volvió a la parrilla para verlo. En la charla, Valentini le explicó al periodista que “todo el mundo sabía” acerca de los desaparecidos.

 

Forrest, quien se había asombrado de la ubicación en plena ciudad que tenían algunos centros clandestinos de detención, escuchó el relato de cómo los encargados debatieron entre sí sobre cuál era la mejor manera de protestar.

 

Discutimos poner un mensaje en el césped, o pintarlo en los carteles publicitarios, algo que las cámaras de TV pudieran ver, pero expresarse bajo alguna de esas formas contra la Junta Militar era cometer un suicidio”, le contó Valentini. El mensaje, entonces, debería estar escondido. Y la idea fue pintar brazaletes negros como un mensaje de protesta en la base de los palos, los cuales debían ser iguales en todos los estadios.

 

Claro, había que explicárselo a quienes por entonces gobernaban el país. “Les dijimos que era por tradición, ellos no tenían idea de fútbol”, narró el mozo. Y así ese silencioso gesto de protesta fue posible.

 

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