opinion |
El Horcón

El Horcón: De precariedad y otros demonios

Nueva columna de opinión.

Escuchar esta nota

Hace años se reclama por la precariedad del sistema de salud. En Chubut no pasa solo por salarios bajos y pagos fuera de término, que se mantienen hasta la fecha. Acá, como en gran parte de los hospitales del país, los insumos son insuficientes y también de mala calidad.

 

 

Tampoco el personal sanitario cubre la demanda de la población. No hay políticas de estado de educación superior que, tras encuesta estadística, haga que las universidades tengan en sus planes de estudio las carreras necesarias para garantizar médicos, enfermeras, fisioterapeutas, agentes sanitarios y otras muchas profesionales que necesitan cada ciudad del país en este ámbito.

 

 

Para ser justos, tampoco existe un relevamiento en ningún ámbito mediante el cual Argentina disponga de un esbozo o guía sobre qué profesionales, técnicos y oficios necesita el país y cuál es la disposición de centros educativos para cubrir la demanda. Para ello tendría que, previamente, diseñarse un rumbo certero de política y producción nacional, provincial y por municipios que, hasta la fecha, es una carencia que acumula décadas y no tiene respuestas.

 

 

Enmarcándonos en el tema de salud podemos decir que no existe, hasta la fecha, la posibilidad que la universidad pública tenga un plan de inclusión que satisfaga la necesidad de profesionales que demanda un sistema para ser fiable, abarcador y dar las respuestas necesarias. Este punto debería ser política de estado, por el derecho humano al que apunta. Podría incluir estímulos especiales para que los jóvenes opten por carreras que necesiten y tengan salida laboral garantizada en sus lugares de origen.

 

 

Por otro lado, los salarios bajos hacen que los profesionales tengan que trabajar en el ámbito de la salud pública y privada al mismo tiempo, sin el descanso adecuado y sin la protección sanitaria debida.

 

 

Todas estas falencias, siempre latentes y por mucho tiempo sin visibilidad, han cobrado en el marco de la crisis por Coronavirus consecuencias tan relevantes, que acaparan titulares mediáticos. Acá mismo, en nuestra ciudad ¿No se escuchó al personal de salud cuando planteaban la falta de insumos del hospital? ¿Qué hay de la mala calidad de los medios de protección? ¿No se sabía la precariedad salarial de los profesionales? ¿Cuánto hace que se prometió un nuevo hospital para Esquel? Esto sucede acá, pero también en otras ciudades y zonas del país donde la realidad es peor.

 

 

El colapso del sistema de salud no solo puede ser por falta de camas o respiradores, también es porque no se cuenta con el personal suficiente que demandaría un alto número de contagiados y lo que es peor y ya ha sucedido: se ha contagiado el personal sanitario de centros médicos.

 

 

Estamos en medio de la crisis y la prioridad es salir de esta situación con el menor daño posible, pero para nada es una sorpresa que las cosas no andaban bien en materia de salud desde hace mucho ni tampoco que eran muchas las voces que se alzaban para decirlo.

 

 

Luego que esta pandemia pase y retornemos a la normalidad, de ninguna manera podemos permitir que se descuide el sistema sanitario como se ha hecho hasta hoy, las consecuencias son, como estamos viendo, tan grandes que socavan cada actividad y cada hogar.

 

 

Definitivamente la salud debe ser política de estado, no a medias ni de a poco, ni más o menos, Debe ser integral, abarcadora y sin distinciones, con profesionales bien remunerados y de calidad en su formación, protegidos ellos y pacientes. En Argentina se puede lograr, solo es cuestión de voluntad política. Esperemos que la lección haya sido suficiente.

 

 

CHISTE DE YAPA

 

Una señora cansada de mantener al loro hecho un vago, decide encerrarlo en el gallinero.
Pero, con el paso de los días, lo extraña. Marcha al gallinero, abre la puerta, invita al loro a que salga y, después, lo ve caminar demacrado y agotado. Por lo que le pregunta:
- Pedrito, ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué ese aspecto?
- ¡Qué importa eso! ¡Lo que yo quisiera saber es quién ha sido el idiota que le ha dicho al gallo que también hay gallinas verdes!

 

 

 

¿QUÉ TE PARECIÓ LA NOTA?
Ocurrió un error