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El Horcón

El Horcón: la deuda incobrable e impagable que todos tenemos

Nueva columna de opinión.

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Usted está endeudado, yo lo estoy, el que nace mañana o dentro de un mes también lo está. No importa cuánto cuide sus finanzas; tal como está diseñada el sistema financiero global, del que es parte Argentina, todos sufrimos y padecemos una deuda que cada vez es más incobrable e impagable.

 

 

El sistema financiero, tal como lo conocemos, padece de una enfermedad terminal que está dejando una estela de dolor y padecimientos en la gran mayoría de los países del mundo

 

 

La banca privada hace circular el dinero en forma de préstamos, originando deuda que más allá de cualquier buena intención o cuestionamiento moral, no se puede pagar; lo que ha asegurado hasta la fecha este poderoso sistema privado es una importante dependencia y dominación de los gobiernos.

 

 

Esta “timba financiera” generadora de profundas desigualdades, tiene en su diseño, usura y perversión, la causa de su propio fin que es precisamente la imposibilidad de los estados de cumplir con los plazos de la deuda adquirida sin que las consecuencias sean un agrandamiento pronunciado de la brecha entre pobres y ricos. En el caso de nuestro país, asistimos a un achicamiento cada vez más notorio de la clase media, principal impulsora del trabajo, la cultura y el progreso social en nuestro país.

 

 

Para nadie es secreto que nuestra maltrecha economía, estará aún más complicada en los próximos meses. No es un fenómeno único de Argentina, ya se habla de que viviremos en unos meses más, la peor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial. De hecho, el impacto de la actual pandemia ha tenido un alcance del que apenas han escapado unos pocos países, generalmente insulares y de escasos habitantes.

 

 

En nombre de la deuda y refugiándonos en ella, nuestro país ha retrocedido derechos elementales como son salud, educación y alimentación. No obstante, más allá de la banca foránea y los acreedores exteriores, hay grandes ganadores argentinos que propiciaron el endeudamiento.

 

 

Para diseñar un sistema económico diferente, tal como se dice que, tal vez, emergerá de la actual crisis a nivel mundial, si queremos que sea más justo y responsable, tenemos que comenzar haciendo profilaxis por casa, o sea, por nuestro país y claro, por cada provincia. La nuestra es un excelente material de trabajo.

 

 

Hay beneficiarios directos de ese endeudamiento; urge determinar, de una vez, quienes son, por qué y para qué tomaron los préstamos, cuál es el monto real y cuanto se “esfumó” a bolsillos inescrupulosos, quiénes son los acreedores y como se escogieron, es conocido que los prestamos hechos a Argentina no tenían la lógica de la posible devolución prevista y aun así fueron dados; más de uno de afuera y de adentro del país especuló y ganó con el presente y el futuro de los argentinos.

 

 

Para salir de esta crisis son necesarios acuerdos entre países y regiones, donde prevalezca menos la especulación financiera y más las oportunidades en las que cada cual pueda desarrollar el potencial que tiene. Para ello necesitamos un sinceramiento interno que haga recobrar la confianza, primero a los que vivimos en el país, para luego hablar de inversiones y crecimiento.

 

 

Cada acción del estado demanda una transparencia que hasta ahora no le hemos dado la importancia que requiere. Cada peso que debemos no siempre ha sido bien empleado, hemos pasado décadas devolviendo prestamos e intereses. Los montos de hoy son escandalosos por la poca incidencia que tuvieron en el crecimiento y bienestar de la mayoría de la población.

 

 

Este año debe ser el comienzo definitivo a la soberanía financiera y al fin especulativo de los grupos de poder, esos que hacen deudores aún a los que no han nacido.

 

 

CHISTE DE YAPA

 

-Amor… ¿por qué no sales con tus amigos?

 

-¡Pero si está todo cerrado por el coronavirus!

 

-Bueno… después no te quejes porque no te dejo salir…

 

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