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Se cumplió un año de la gran pelea de Coco “Ringo” Bowson

En un SUM “Raúl Torres” totalmente colmado, el muchacho le ganó a las diferencias y a los prejuicios

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Pasó un año ya. ¿Qué será de la vida de Coco “Ringo” Bowson en este tiempo de cuarentena? Ojalá siga agazapado con las ganas de volver al gimnasio primero (y al ring después) y que los kilos de más no sean muchos.

 

Porque sabemos del sacrificio enorme para perder casi 10 kg en menos de un año de mucho entrenamiento y sobre todo de mucho acompañamiento tanto de su familia, como de los instructores de la Escuela de Boxeo “Cholo Team”, como así también sus compañeros, quienes dejaron las diferencias y los prejuicios de lado para sumarlo como uno más del grupo.

 

Tras cuatro meses de mucho gimnasio Coco “Ringo” Bowson, estaba listo para salir a escena y el campeón del pueblo estaba a punto de vivir una noche de gloria, para él y para todo el pueblo de Gobernador Costa

 

“Nosotros queremos mostrarle a la gente del pueblo el trabajo que hacemos con “Coco” en el gimnasio, donde es un alumno más de mi escuelita y que se integró bien al grupo”, destacó Carlos el Cholo Julián, ex boxeador y director de la escuela de boxeo que funciona en Gobernador Costa.

 

“Queremos darle la posibilidad que él sienta la adrenalina que siente un boxeador cuando se sube al ring”, lo destacó hace un año, horas antes de aquel momento increíble del deporte social y sobre todo inclusivo.

 

“Por empezar Coquito bajó seis kilos en el gimnasio haciendo bolsa y manopla. Mejoró mucho lo que es lanzamiento de golpes y sobre todo en la coordinación de piernas” recordó “el Cholo” Julián en aquel momento.

 

Para que Coco “Ringo” Bowson, a pesar de su mayoría de edad (tiene 40 años), necesitó de la autorización de su madre para que se suba al ring.

 

Un síndrome de Down lo hacía dependiente en las decisiones, pero las diferencias y los prejuicios, cuando se subió el ring, se minimizaron por completo.

 

Cuando Coco “Ringo” Bowson se sumó al grupo de trabajo en el gimnasio el resto de los alumnos lo integraron rápidamente al grupo.

 

“Coco también charla con ellos, ya que le pide consejos para largar el jab o caminar arriba del ring y los chicos están pendiente siempre de él”.

 

UNA NOCHE INOLVIDABLE

 

Fue el momento más emotivo de la velada. Coco “Ringo” Bowson, tuvo su debut arriba del ring donde en la preliminar de fondo, participó de un combate exhibición ante su maestro (el “Cholo” Julián) en dos round de 90 segundos cada uno.

 

“Demostramos lo que hacemos con “Coco” en el Gimnasio. El mostró los golpes que aprendió y sus movimientos de piernas y fue un momento muy lindo, donde Coquito se convirtió en el famoso Ringo que siempre quiso ser.

 

Aquella pelea estuvo pautada a dos round de un minuto y medio, “donde yo en el segundo round, al término de la pelea, simulo un golpe en la cabeza y caigo a la lona y lo veo a “Coco” lleno de felicidad donde salta y levanta los brazos y el árbitro lo consagró como el gran campeón.

 

“Y lo lindo para todos fue cuando Raúl Martínez, el árbitro de la pelea, le entregó el cinturón de Campeón del Pueblo”.

 

“Fue  la derrota más linda que tuve, porque vi a mi contrincante muy feliz y yo con lágrimas en los ojos, la verdad me emocioné mucho, vi lágrimas en muchos de los asistentes y vi también a la madre de “Coco” muy emocionada también, llorando de felicidad, al igual que a su hermano, a su sobrino. Fue un momento muy especial del festival.

 

Y eso que pasó hace un año. Ojalá, cuando pase esta pandemia, Ringo pueda ser el Ringo que siempre quiso ser y que otros, con Síndrome de Down (o con algún otro inconveniente) pueda sumarse a esta actividad deportiva, que parece violenta pero que es totalmente inclusiva.  

 

 

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