El día estaba fantástico. Hubo padres precavidos, que sabían del nuevo predio que usa Independiente en el futbol infantil. Sillas y reposeras al lado de los sauces. Mates y gaseosas, gritos y algarabías.
Pelota y camiseta. Nada más se necesita para pasar una jornada fantástica de futbol infantil.
Dos canchas en un amplio terreno pegado a la ruta, detrás del camping Nahuel Pan. La mañana se vistió de fiesta. Decenas y decenas de niños (y algunas niñas) aprovecharon para mezclarse, jugar y divertirse.
Bien de potrero. La pelota y un conejo adentro. Dominarla si se deja, aunque sabemos que si la tratan bien la magia es posible.
Esto pasó hoy a la mañana, y es lindo momento para compartirlo, porque, como lo dijimos, el futuro llegó hace rato.