15 de Junio de 2022
deportes |

“El karate me formó como persona… el karate es mi vida”

Lo señaló el Sensei 8º Dan, Mitsuo Inoue. El referente máximo del Karate en Sudamérica

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Llegó a la Argentina en el año 1970 con un contrato por dos años y al final se quedó toda la vida. El karate le cambió la vida y aún considera, con casi 80 años de edad, que tiene mucho para enseñar de la cultura japonesa y el karate es parte de esta cultura milenaria.

 

Después de más de una década volvió a Esquel. Luego del fallecimiento del Senseis Carlos Kaless, no había en la región una persona habilitada para tomar exámenes, paso fundamental para el progreso en esta disciplina deportiva, marcial, de la vida.

 

Desde Esquel hicieron un pedido formal a la Asociación Argentina de Karate para que envíen un instructor para tomar dichos exámenes. La respuesta fue la menos esperada y la más festejada. El mismo Mitsuo Inoue asumió el compromiso de regresar a la cordillera y para la gente de Esquel fue de una alegría enorme pero también de un inmenso compromiso.

 

Para entender quién es Mitsuo Inoue, podemos decir vulgarmente que “fue quien trajo el karate a la Argentina”. Leyó, antes de Inoue no había karate en la Argentina, ya que empezaba los primeros “pininos” de Michihisa Itaya.

 

Inoue llegó a la Argentina con solo 23 años de edad, en octubre de 1970. Este viaje, que no estaba en sus planes, obedeció al pedido que hiciera a la Asociación Japonesa de Karate el profesor Michihisa Itaya, quien ya estaba en la Argentina difundiendo su arte marcial y necesitaba como ayuda que enviaran  un instructor a nuestro país.

 

La designación recayó sobre él por haber sido compañero de Itaya en Japón y uno de los sobresalientes en la universidad.

 

Pero la vida de Inoue cambió en 1973. Michihisa Itaya tuvo un accidente de tránsito en Buenos Aires donde le costó la vida.

 

Mitsuo se encontró solo, en la disyuntiva más difícil de su vida: en Japón lo esperaban su familia y su mundo. En la Argentina, un grupo recién formado y súbitamente huérfano.

 

“Alguien tenía que continuar el trabajo, entonces me quedé”, recuerda. “Mi madre sufrió un montón, por ese motivo enfermó y murió. Pero una vez comenzado el trabajo, el hombre tiene que terminarlo. Mucha gente había empezado karate y yo no podía abandonarlos”, afirmó en su momento.

 

Entonces comenzó la etapa de los viajes en micro, donde Mitsuo recorrió a lo largo y ancho del país formando alumnos y abriendo escuelas en cada provincia, señalando que en Chubut ese trabajo lo arrancó con el recordado Sensei Carlos Kaless.

 

En Esquel fueron tres días de mucha intensidad y adrenalina. Claro que el próximo mes Inoue estará nuevamente en la Patagonia, más preciosamente en Puerto Madryn, para seguir tomando exámenes, pero sabe que en octubre volverá a Japón, al lugar donde nació.

 

Todos los instructores dispersos en el mundo, tienen la obligación de hacer nuevos curso de perfeccionamiento en Japón, en el lugar donde se inició todo.

 

 

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