En la era digital, las transferencias entre cuentas bancarias propias se convirtieron en una práctica común para gestionar finanzas personales. Sin embargo, es importante recordar que estos movimientos están sujetos a la vigilancia de la AFIP, y ciertos errores pueden llevar a inspecciones o solicitudes de justificación que pueden complicar la situación financiera del usuario.
Errores comunes que pueden atraer la atención de la AFIP
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Superar los límites permitidos sin justificación: Para personas que no cuentan con ingresos formales declarados, el límite de movimientos de ingresos y egresos es de $400.000. Sobrepasar este monto sin una justificación adecuada puede ser motivo suficiente para que la AFIP inicie una inspección.
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No justificar el origen de los fondos: Incluso si se trata de transferencias entre cuentas propias, es fundamental contar con la documentación que respalde el origen de los fondos. Si el usuario no tiene ingresos declarados, tanto la AFIP como el banco podrían exigir una explicación de dónde proviene el dinero.
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No considerar el monto máximo sin declarar: Cuando se realizan transferencias que superan los $700.000 sin ingresos formalmente respaldados, es necesario informar al fisco. Ignorar esta obligación puede resultar en investigaciones por parte de la AFIP.
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Transferir montos que exceden los valores permitidos por las entidades: Aunque muchas instituciones bancarias ampliaron los límites para transferencias, hay que estar informado sobre los valores permitidos para evitar contratiempos.
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No responder a las solicitudes del banco o fintech: Si una entidad financiera solicita la justificación de fondos, es fundamental responder de manera adecuada y con la documentación solicitada. De lo contrario, podría generarse un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) a la Unidad de Información Financiera (UIF).
Documentación requerida por la AFIP
En caso de una inspección, la AFIP puede solicitar diversos documentos para verificar el origen de los fondos, entre ellos:
- Boletas de compra y venta.
- Documentos que justifiquen la venta de acciones o de una empresa.
- Recibos de sueldo o comprobantes de haberes jubilatorios.
- Facturación de los últimos meses.
- Constancia del monotributo.
- Certificado de fondos emitido por un contador público.
El proceso de investigación de la AFIP
Cuando la AFIP detecta movimientos sospechosos en las transferencias, inicia un proceso de investigación para determinar el origen del dinero. El cliente deberá presentar la documentación pertinente, como recibos de sueldo, comprobantes de haberes jubilatorios o facturas recientes, para demostrar la legalidad de los fondos.
En caso de no poder justificar los ingresos o egresos, la AFIP podría tomar medidas, como el cierre de la cuenta bancaria y la generación de un Reporte de Operación Sospechosa (ROS).
Consecuencias
Si las transferencias realizadas no coinciden con los ingresos declarados ante la AFIP, es probable que el organismo solicite una justificación. Esto implicará la presentación de documentos que prueben el origen de los fondos, como extractos bancarios o recibos de ventas de bienes.
La incoherencia entre las transacciones y las declaraciones fiscales puede llevar a la AFIP a requerir documentación extra para evitar irregularidades. En caso de detectar faltas, la AFIP podría imponer sanciones contra la persona involucrada.
O.P