En una resolución que generó controversia en los tribunales de Esquel, una jueza de garantías autorizó a la defensa de un imputado por homicidio a presentar tres “testigos de carácter” que hablarán sobre la personalidad de la víctima, Oscar Gutiérrez, asesinado de siete puñaladas en Corcovado en septiembre del año pasado.
La medida fue cuestionada por la Fiscalía, que anticipó que apelará el fallo. El fiscal general Fidel González sostuvo que el debate no debe girar en torno a la forma de ser o el comportamiento del fallecido, sino a los hechos que ocurrieron la noche del crimen.
A pesar de la oposición fiscal y de la querella, la jueza habilitó a la defensa a llevar a tres testigos de carácter y ordenó que los acusadores también propongan tres personas que puedan contradecir o contextualizar esa versión.
En los próximos días se abrirá el plazo para que las partes formalicen los recursos y definan los nombres de quienes serán citados. Hasta que no se resuelva esa controversia, no se podrá fijar la fecha del juicio oral, que será por jurado popular.
La defensa intenta sostener la teoría de que el acusado actuó en defensa propia, en un contexto de discusión violenta. En ese marco, se especula con que la estrategia es buscar que los testigos describan a la víctima como una persona agresiva o conflictiva, argumento que el fiscal considera ajeno al objeto del proceso.
Mientras tanto, el acusado continuará detenido con prisión preventiva. La jueza ratificó esa medida luego de evaluar los riesgos de fuga y de entorpecimiento de la investigación planteados por la fiscalía y la querella, pese a la oposición del defensor.
El crimen que motiva el proceso ocurrió el 3 de septiembre de 2024 en una vivienda de la avenida San Martín, en el barrio Abrojal de Corcovado. Según la acusación, esa noche el imputado y Gutiérrez compartían una reunión con otras tres personas cuando comenzó una pelea.
En medio del forcejeo, el acusado habría tomado un cuchillo y apuñalado siete veces a la víctima, provocándole la muerte por la pérdida masiva de sangre.
Para la fiscalía, se trató de un ataque deliberado con intención de matar. La defensa, en cambio, insiste en que fue un hecho impulsivo y en defensa propia. La incorporación de testigos sobre la personalidad del hombre asesinado promete ser uno de los puntos más discutidos en un juicio que todavía no tiene fecha, pero que ya anticipa fuertes cruces entre las partes.