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02 de Noviembre de 2025
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Innovación en San Luis: Lana de oveja se convierte en aislante ecológico y sustentable

Javier Dupuy y Fernanda Oriolani crearon Aislana, un emprendimiento que transforma el descarte de la esquila en material de construcción de triple impacto. Fueron finalistas en Emprendimientos Argentinos 2025.

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Javier Dupuy y Fernanda Oriolani, una pareja que decidió dejar atrás la vida urbana para mudarse a una zona rural en las Sierras de San Luis, encontraron una solución ecológica y de triple impacto a un problema común del campo argentino: el excedente de lana de oveja sin valor comercial. Pasaron de no poder vender su primera esquila a desarrollar un proyecto llamado Aislana, que convierte la lana en aislantes ecológicos, revolucionando la construcción sustentable.

 

El obstáculo surgió en 2017, mientras Javier y Fernanda construían su casa en una chacra de 20 hectáreas que habían comprado en 2015, a unos 15 kilómetros de La Toma. Encontraron 90 kilos de lana de su primera esquila que no podían vender, ya que por ese material solo les ofrecían unos “$8 por kilo, y en ese entonces no alcanzaba ni para comprar una gaseosa”, recordó Javier.

 

La “Inteligencia Innata” que Transformó el Problema en Solución

La solución llegó de la mano de Fernanda Oriolani. Javier Dupuy, veterinario y profesional del agro, relató que su pareja tuvo una idea clave: “Una mañana Fer se levanta y me dice: ¿Por qué no usamos la lana esa para aislar las estructuras de la casa?”.

 

La pareja investigó y descubrió que en distintos puntos del mundo ya existían comunidades que utilizaban la lana como material aislante, lo que terminó de gestar el proyecto Aislana. “Jamás en mi vida se me hubiese ocurrido, fue la inteligencia innata de mi señora, de poder resolver de manera práctica las cosas”, reconoció Javier.

 

Javier, quien sabía que no iban “a poder vivir de producir algo en 20 hectáreas”, vio cómo el emprendimiento en la chacra, ahora convertida en una suerte de “unidad didáctica” para sus hijos y sus amigos del pueblo, empezó a llamar la atención de la zona.

 

Triple Impacto y Reconocimiento Nacional

 

La repercusión de Aislana ha sido muy positiva, incluso en una zona de las Sierras de San Luis, más tradicionalmente ganadera, donde el tipo de construcción suele ser el convencional. “Aún les parece raro que nos hayamos metido con la industrialización de un producto primario”, comentó Javier.

 

Además de agregar valor al agro y cuidar el medio ambiente, la familia busca “construir otro tipo de carácter” en sus hijos, ligados a la naturaleza.

 

Con Aislana, Javier y Fernanda fueron finalistas Nacionales en Emprendimientos Argentinos 2025. La pareja está feliz con el impacto positivo que logran en la comunidad, asegurando que “Nuestros hijos están orgullosos de lo que hacemos, y nos apasiona dejar un impacto positivo en la comunidad donde vivimos. Poner el cuerpo y el alma en lo que hacemos es parte de nuestra idiosincracia, de cómo nos criamos”.

 

La experiencia les ha dado la visión para soñar con replicar y compartir este “modelo de negocio” en todo el país, buscando “Armar como franquicias u otras ‘aislanas’ en la Argentina sería hermoso para nosotros".



T.B

 

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