El Bolsón será escenario de una celebración distinta, intensa e inmersiva. Este sábado 12 de julio, se llevará a cabo la Experiencia Symulacro, bajo el nombre “El Búnker”, una propuesta multidisciplinaria que transforma la fiesta en un espacio de expresión artística, reflexión social y experimentación estética.
La cita es en Otto Tipp, con entradas generales a $10000. La capacidad es limitada y las entradas se reservan por WhatsApp al +5492944563645.
Una fiesta que va más allá de la música
Symulacro nació como una iniciativa colaborativa de artistas, performers, diseñadores y pensadores de la Comarca Andina, con el objetivo de generar un espacio de celebración y crítica a través de la creación colectiva. Cada edición gira en torno a un eje conceptual que guía la ambientación, las intervenciones, los disfraces y la atmósfera general. Esta vez, el tema central será el futuro desde una perspectiva inquietante: colapso ambiental, guerras, automatización y la pérdida del sentido del trabajo humano frente al avance de la inteligencia artificial.
Quienes asistan a “El Búnker” se sumergirán en una estética postapocalíptica, con propuestas que incluyen frecuencias sonoras de alta resistencia a cargo de DJs en vivo, barra de autor de Antonino Bebidas Espirituosas, comida temática, un espacio “chill” y performances sorpresa.
Look, concepto y participación
Uno de los sellos de Symulacro es la performance colectiva, por eso se alienta a las persona a asistir lookeadas. Las consignas son claras pero abiertas: fin del mundo, chique mutante, personaje de tu caos interior o aquello que usarías si todo explotara pero quisieras seguir bailando. La idea es convertir la fiesta en un espacio donde cada cuerpo aporte a la narrativa visual de la noche.
No era un rumor: El Symulacro volvió
Tras semanas de misteriosas publicaciones en redes, afiches sin firma y mensajes crípticos circulando en la Comarca, se confirmó que el rumor era real: Symulacro vuelve y lo hace con una propuesta que no es el fin, sino el principio de algo inesperado.
Además de los DJs y las barras, adelantaron que habrá transmisiones ocultas, juegos simbólicos, protocolos inesperados y performances que activan la imaginación colectiva.
O.P