Fue el mejor jugador en la emotiva tarde de Trevelin. Es que el Gimnasio Municipal, que a partir de este sábado tiene el nombre de “Eduardo Bjerring”, fue el lugar ideal para un torneo rápido de ajedrez donde tomaron parte un total de 39 tableristas.
Allí mismo se impuso Lucas Ávila, el gran candidato, superando a Ariel Gérez en la séptima y última ronda, llegando a los 6 puntos.
Lucas Ávila, de Epuyén, quien ostenta un puntaje ELO de 2204 siendo el mejor preclasificado para el torneo, fue el más eficiente en el juego rápido.
El oriundo de Epuyén, ganó el torneo con 6 puntos, superando por media unidad a Horario Hernández y Enzo Flores, quienes terminaron segundo y tercero, respectivamente.
Claro que no fueron los únicos que se llevaron un reconocimiento por parte de los organizadores, ya que el mejor tablero Sub20 fue para a Eliseo Torres y el mejor tablero femenino para Llanka Millán.
El título de Ávila se consumó en la última ronda cuando derrotó a Cesar Ariel Gérez con piezas blancas, en tanto Flores superó a Marzo Lucero (Lago Puelo) y Hernández hizo lo propio con Sergio Sepiurka, es decir todo esto en la última ronda.
Ávila ganó todas sus partidas, salvo una que terminó en tablas ante Horacio Hernández en la cuarta ronda.
Hay que señalar que un total de 39 tableros se presentaron en esta primera edición de la Copa Challenger Eduardo Bjerring, muchos de ellos de la Comarca Andina, otros tantos de Esquel, varios de Trevelin, como así también (no podía ser menos) tomaron parte del mismo Alan, el hijo de Eduardo, quien terminó en la posición n° 20 y Pamela, la nieta del querido Eduardo, quien terminó en la posición 34, sin lugar a dudas un momento más que emotivo para ellos.
El certamen reunió a 39 ajedrecistas en una gran jornada de siete rondas bajo la modalidad de sistema suizo.
El torneo contó con la dirección de Ramiro Urdapilleta y el arbitraje principal de Gerónimo Rossi, asistido por Lázaro Amoretti.
Con un control de tiempo de 10 minutos más 5 segundos por jugada, las partidas se desarrollaron con gran dinamismo, manteniendo la emoción hasta el final, donde cuatro jugadores tenían inmensa posibilidad de llevarse la Copa Challenger.
Sin dudas que esta primera edición, que ha tenido un nivel superlativo ya está dentro del calendario deportivo.
Tal vez Eduardo no hubiese realizado un torneo con este nivel de jugadores (o si, recordando que años atrás se jugó un torneo binacional con varios días de juego), pero sin dudas que desde el Cielo (muy bien ganado, por cierto) ha disfrutado de estas partidas.