La investigación por el asesinato de la oficial Marcela Tagariello dio un giro clave tras un nuevo informe técnico. La Procuración General, a través de una pericia balística, estableció que la bala extraída del cuerpo de la víctima coincide con el arma de fuego incautada en el marco de la causa: un revólver Smith & Wesson calibre .38.
El análisis, solicitado por la fiscal Ivana Berazategui, arrojó un resultado concluyente. Según el documento oficial, “el proyectil calibre .38 y la muestra obtenida a partir de un disparo de prueba con el arma secuestrada resultaron compatibles en el cotejo comparativo”. La confirmación fue comunicada a la familia de la agente en la mañana del lunes.
El crimen ocurrió en la noche del 16 de julio, cuando Lucas Entraigas irrumpió armado en una vivienda con intenciones de robo. Al ser interceptado por personal policial, abrió fuego y disparó dos veces contra la oficial Tagariello. Uno de los disparos atravesó su chaleco antibalas y la hirió de gravedad.
La Fiscalía remarcó que ya se han incorporado numerosas pruebas: declaraciones de testigos, registros fílmicos de cámaras de seguridad, peritajes forenses y el secuestro del arma utilizada.
El próximo paso será realizar un análisis de ADN sobre los rastros levantados del revólver para confirmar la manipulación del arma por parte del imputado.
El caso será elevado a juicio por jurados, tal como lo establece la legislación vigente en delitos de esta gravedad.
R.G.