A Marta Caucamán se le imputa haber engañado y sometido a Adolfo Yancamil, en un caso que incluye presunta esclavitud en Chubut. La acusada solicitó declarar para rechazar los cargos, culpar a la policía y afirmar que la víctima ejercía abusos sobre ella. Con detalles de nombres y fechas, la fiscalía logró reunir más pruebas que respaldan los hechos denunciados.
Marta Caucamán decidió hablar después de permanecer en silencio. Es la vecina de Paso de Indios acusada de engañar y someter a un adulto mayor en su localidad, con el objetivo de apropiarse de su jubilación y su vivienda, obligándolo a realizar trabajos forzados y humillantes.
Actualmente se encuentra detenida en el Instituto Penitenciario Provincial, ubicado sobre la ruta 3. Su hijo, Juan José Ovejero, señalado como presunto cómplice, permanece arrestado en la comisaría 2.ª de Trelew.
Este lunes, durante una audiencia frente al juez Marcos Nápoli, Caucamán rechazó las imputaciones y afirmó que Adolfo Yancamil, la víctima del caso, sería en realidad el verdadero agresor.
Caucamán reclamó su derecho a ser escuchada: “necesito que me escuchen”. La mujer no respondió preguntas de la fiscal Mariana Millapi. “Tengo muy pocos estudios, pero desde 2023 que vivo sometida por este hombre”, aseguró.
Graficó que, cuando Yancamil estaba sobrio, era “un hombre bueno”; pero cuando se emborrachaba “me descomponía porque sabía la que se me venía; él se transformaba y las evidencias las tengo en el cuerpo”.
De acuerdo con la versión de la mujer, cuando el hombre se encontraba alcoholizado la agredía, quemándole el cuerpo con cigarrillos.
Abusaba de mí una y otra vez. Es un hombre mayor, pero una mujer jamás podrá más que un hombre, y más con mi hipertensión”.
El hombre le advertía que, si le contaba algo a su hijo Juan José, lo iba a matar. “No es lo mismo vivir dos días en Paso de Indios que crecer ahí; conozco cada casa, sé cómo es la gente, lo que hacen y lo que no hacen. Es un pueblo corrupto y de cosas tapadas”.
El caso
Según la información recopilada por la fiscalía, los hechos comenzaron el 26 de diciembre de 2022 en Paso de Indios, cuando Caucamán convenció a Adolfo Yancamil, de 74 años, de viajar a Esquel para recibir atención médica por problemas de salud. En esa ciudad, Yancamil sacó un préstamo de $150.000 del Banco del Chubut, que Caucamán se apropió para gastos personales y para comprar un pasaje que permitiera a su hijo, Juan José Ovejero, viajar también a Esquel.
Al regresar al pueblo, la mujer persuadió a Yancamil de vender su casa, ubicada en Cañadón Bagual 348. Madre e hijo finalmente lograron que se mudara a su vivienda en la esquina de 9 de Julio y Sarmiento, bajo la promesa de cuidarlo. Sin embargo, esa promesa se transformó en sometimiento: lo mantuvieron encerrado, lo golpeaban y lo amenazaban.
Según la fiscalía, Yancamil era obligado a realizar trabajos forzosos. Cuando podía salir para hacer mandados, estaba estrictamente vigilado. Ante cualquier desobediencia, debía arrodillarse sobre piedras durante horas sin recibir alimentos. Además, lo obligaban a seguir el calendario de cobro de su jubilación y, al llegar a la sucursal del Banco del Chubut, le arrebataban el dinero bajo amenazas de violencia.
En otro episodio, Ovejero le vendió a Yancamil un Renault Mégane 1997, que en julio de 2023 Caucamán revendió a otro vecino. Yancamil nunca pudo usar el vehículo ni recibió dinero por la venta. El calvario continuó hasta el 30 de agosto de 2023, cuando el policía Carlos Valero lo encontró en la vía pública en muy mal estado físico. Tras su intervención, Yancamil fue internado durante dos días en el hospital local, con diagnóstico de deshidratación, malestar general y contusiones múltiples. Medía 1,45 metros y pesaba 40 kilos. Allí finalmente pudo comer y asearse.
Durante la audiencia también declaró Juan José Ovejero, quien relató presuntos abusos de Yancamil hacia su madre e insinuó que existía complicidad policial en el pueblo para perjudicarlo a él y a Caucamán.
A solicitud del defensor Carlos Pericich, el juez Marcos Nápoli ordenó que el Ministerio de la Defensa Pública aporte todos los recursos necesarios para realizar un peritaje médico que evalúe el estado físico, psicológico y psiquiátrico de la presunta víctima. El objetivo es verificar la veracidad de sus denuncias y determinar si factores como su bajo peso son propios de su contextura o resultado del maltrato.
Fuente: ADN Sur
C.S.