El mes de agosto mostró un repunte en la inflación, según los últimos informes de las principales consultoras. La mayoría ya ubica el índice de precios al consumidor (IPC) en torno al 2% o incluso por encima, impulsado por aumentos tanto en productos estacionales como en bienes y servicios regulares. De confirmarse estas estimaciones, sería la primera vez en cuatro meses que el indicador supera este umbral clave, un escenario poco alentador para el Gobierno antes de las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre. El jueves se conocerá la expectativa oficial del mercado respecto a la variación de precios.
El contexto económico se vio afectado además por la volatilidad financiera y política. Escándalos como las supuestas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y la caída en la confianza de consumidores y en la gestión gubernamental generaron un clima de incertidumbre. A esto se sumó la alta fluctuación de tasas tras el fin de las LEFIs en julio, con licitaciones extraordinarias que alcanzaron tasas de hasta el 86%, y la suba de encajes del Banco Central al 53,5% para limitar la cantidad de pesos en circulación.
Los expertos coinciden en que la política monetaria y fiscal buscó contener la depreciación del peso, aunque a costa de tasas altas que frenan el crédito y la actividad económica. Además, la incertidumbre política y electoral contribuye a mantener la volatilidad, limitando la previsibilidad en el corto plazo.
R.G.