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20 de Septiembre de 2025
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Nace una nueva forma de hacer turismo: en el cementerio, de noche y entre tumbas

Se puso en marcha en “necroturismo” en una provincia patagónica. “Un recorrido histórico” que tiene su atractivo. Guías cuentan historias de los fallecidos más ilustres.

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En el corazón de Nequén cuando el día sede paso a la noche el silencio del Cementerio Central parece más profundo. Los faroles iluminan panteones que guardan recuerdos de más de un siglo, mientras el viento arrastra un murmullo entre las tumbas. Allí, en Córdoba 635, se propone un viaje distinto: un paseo donde la historia se cruza con el misterio, y la ciudad revela sus secretos mejor guardados.

 

La capital neuquina, con 121 años de historia, no solo crece en población y edificios: también se expande en relatos ocultosEntre calles y esquinas, nombres y fechas, la memoria se conserva y revive en la voz de quienes la conocen a fondo: los profesores de Historia y guías del Museo Paraje Confluencia Felipe Stelzer y Oscar Marichelar, y el periodista Santiago Rosa, quien habla de mitos urbanos y masonería.

 

Rosa destacó que “la masonería, hoy más discreta, tiene una fuerte vinculación con la historia de Neuquén” y que “muchos elementos valiosos se encuentran tanto en tumbas y mausoleos como en distintos puntos de la ciudad”. También mencionó la recuperación de historias urbanas, “replicadas con nombres cambiados para preservar la identidad de las personas”.

 

Stelzer recordó que “este recorrido histórico forma parte del necroturismo” y que “en él se relatan aspectos de familias y personalidades fundacionales, como la familia Carro, Abel Chaneton, Eduardo Talero y Miguel Mango”. Por su parte, Marichelar subrayó que “el objetivo es preservar la memoria de la ciudad desde el Museo del Paraje Confluencia”.

 

El recorrido de aproximadamente una hora no es para cualquiera: convoca a quienes quieren mirar más allá de la postal turística habitual, descubrir personajes como Abel Chaneton, Eduardo Talero o la familia Carro, y adentrarse en anécdotas replicadas con nombres modificados para proteger identidades. Cada mausoleo, cada panteón, se convierte en un testigo silencioso de la evolución de la ciudad, con arquitecturas que cambian según la época y detalles que solo la atención permite descubrir.

 

Algunos visitantes llegan con linternas, otros con la cámara lista, pero todos terminan atrapados por la tensión que combina historia y misterio. Mientras caminan entre los senderos del cementerio, escuchan relatos, secretos urbanos y los orígenes de Neuquén, donde cada piedra parece susurrar un capítulo olvidado. La inauguración oficial del cementerio en 1915 se siente lejana; sin embargo, las tumbas más antiguas, de 1910 y 1911, parecen mirar al presente con curiosidad silenciosa.

 

Para quienes quieren continuar explorando la ciudad más allá del recorrido, hay referencias que invitan a sumergirse en la historia local, desde la obra “Neuquén: un enclave en el norte de la Patagonia” de la Universidad Nacional del Comahue hasta “Recuerdos territorianos” de Ángel Edelman.

 

Para vivir la experiencia en primera persona, la próxima salida está programada para el 4 de octubre, con información disponible en las redes de la subsecretaría de Cultura de Neuquén: @subseculturanqn.

 

Caminar entre mausoleos centenarios, escuchar historias que mezclan realidad y mito, y sentir que la noche protege secretos invaluables: la Noche en el Cementerio de Neuquén es mucho más que un paseo turístico. Es una invitación a mirar la ciudad desde otro ángulo, a dejar que la historia y el misterio se entrelacen, y a volver a casa con un recuerdo que no se borra. ¿te animás a descubrirlo?

 

Fuente: Río Negro

 

 

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