Una pena porque Fontana de Trevelin vio pasar tres torneos de futsal de inmensa envergadura. Y lo hizo con la ñata contra el vidrio.
A pesar del gran trabajo que hace la Asociación Rojinegra de Trevelin, el Torneo de Selecciones de Futsal categoría B no se pudo jugar en el gimnasio de Fontana. Tampoco pudo ser subsede del torneo de Clubes de la Divisional de Honor (que estuvo organizado por la AFE) y lo más penoso que tampoco se lo pudo utilizar para la Copa de Oro Sur que se jugó hasta ayer en el Polideportivo de Trevelin.
Mucho dinero se pierde por no tener el gimnasio en condiciones. Solo se puede jugar allí los torneos de futsal dentro del ámbito local. Nada de un nivel más alto.
Lo mismo ocurre con el Handball porque las medidas del gimnasio de Fontana no son las adecuadas para recibir los torneos de la Asociación Cordillerana, los provinciales y ni que hablar de los torneos nacionales, habituales en la región.
Y es momento de hacer las reformas necesarias. Hay que agrandar la cancha, para llegar al menos a los 36 metros de largo y 18 metros de ancho, que serían las medidas mínimas reglamentarias para los torneos de envergadura.
Al día de hoy podemos decir que el Gimnasio de Fontana es acorde para la practica del futbol infantil, básquet y vóley. Pero nada más.
Y en la recorrida por la zona, el Gobernador Ignacio Torres señaló el compromiso del gobierno provincial para realizar los aportes necesarios para las reformas del gimnasio de Fontana de Trevelin.
Hay varias posibilidades que se estarán estudiando a partir de ahora. Una de ellas tiene que ver con la utilización de una fracción de tierra que está al lado del gimnasio que pertenece al club. Una lonja de más de 7 metros de ancho por los 50 metros que tiene el gimnasio desde la vereda hasta el terreno que es propiedad de una iglesia.
Sobre ese nuevo terreno se ubicarían los vestuarios y se sacaría el escenario que está detrás de uno de los arcos. Eso permitiría llegar a las medidas para ser sede de los grandes torneos.
Hay otras posibilidades que aparecen en el proyecto que también serán estudiadas. La cuestión pasa en saber cuando será el momento adecuado para cerrar el gimnasio y comenzar las obras. Claro que se calcula que podrá ser en las vacaciones de verano.