Chávez Aguilar recibió una pena de 14 años por el crimen de David Oyarzo en 2014 y otra de 12 años por el asesinato de Sebastián Ojeda Ferro en 2024. El fiscal Inti Isla recordó que en una salida transitoria se fugó y estuvo 228 días prófugo. La defensa no se opuso a la unificación pero pidió un nuevo cómputo de pena.
El tribunal de Bariloche integrado por los jueces Gregor Joos, Romina Martini y Juan Martín Arroyo, resolvió unificar en la pena única de 26 años de prisión efectiva las condenas de José Evaristo Chávez Aguilar, declarado reincidente por dos homicidios cometidos en la ciudad con diez años de diferencia. La decisión surge de una condena a 14 años por el crimen de David Oyarzo en 2014 y otra a 12 años por el asesinato de Sebastián Ojeda Ferro en 2024.
El fiscal Inti Isla solicitó la unificación aritmética de ambas penas y recordó que, durante la primera condena, Chávez Aguilar había accedido a una salida transitoria, pero en su primer salida se profugó y permaneció 228 días prófugo hasta que fue recapturado, casualmente después de cometer el segundo homicidio.
La defensa oficial, a cargo de Marcos Miguel, no se opuso a la unificación aunque pidió un nuevo cómputo de pena. Argumentó que, al momento de la fuga, el acusado ya había cumplido parte de la primera condena, razón por la cual se le había concedido la salida transitoria. Solicitó que se determine con claridad en qué momento podrá acceder a la libertad.
La primera condena contra Chávez Aguilar se dictó en marzo de 2017, cuando la Cámara Primera del Crimen lo sentenció a 14 años de prisión por el homicidio de David Oyarzo, un adolescente de 13 años. El hecho ocurrió la noche del 6 de noviembre de 2014: el acusado irrumpió con una escopeta en una vivienda del barrio 28 de Abril y, tras sacar por la fuerza al menor junto a otros hombres, lo ejecutó en la cantera municipal. El disparo, realizado a muy corta distancia, provocó la muerte inmediata del joven.
La segunda condena llegó en junio de 2025, cuando un tribunal le impuso 12 años de prisión por el homicidio de Sebastián Ojeda Ferro. La tarde del 18 de octubre de 2024, en el interior del cementerio municipal, Chávez Aguilar lo citó a charlar y le disparó con un revólver calibre 22. La víctima alcanzó a correr herida y, antes de caer, alcanzó a gritar: “¡Me la puso José!”, según escuchó su pareja. Murió minutos después por una hemorragia interna.
Chávez Aguilar, que ya estaba prófugo desde marzo de 2024 al no regresar de una salida transitoria, fue detenido pocas horas después, cuando intentaba huir de su domicilio. En la audiencia admitió haber sido el autor del disparo y aceptó un acuerdo parcial entre la fiscalía, la defensa y la familia de la víctima para recibir la pena de 12 años.