Los pacientes diabéticos deben tener los horarios de comidas como un deber casi sagrado. Se debe seguir una rutina estricta a la hora de entrenar, para poder normalizar las dosis de medicamentos y evitar los desequilibrios de la glucosa. Deben recordar que son cinco el mínimo de comidas que debe cumplir. La clave es realizar comidas ligeras y equilibradas cada tres o cuatro horas como mucho. El desayuno es una obligación. Para los diabéticos o personas con resistencia a la insulina, tomar un desayuno completo al levantarse, supone la diferencia entre tener un buen día o un día horrible, especialmente si siguen una vida activa y practican ejercicio. Consumir carbohidratos ricos en fibra (cereales integrales, arroz integral, frutas, vegetales, hortalizas, frutos secos, legumbres, etc.), además el consumo de fibra enlentece la digestión. Deben evitarse las grasas saturadas, como las de las carnes y los ácidos grasos trans (margarinas y derivados). En cambio, debe aumentarse el consumo de grasas sanas, en forma de aceite de semillas, aceite de oliva, frutos secos y pescados grasos. Los ácidos grasos sanos (oleico, linolénico, etc.) y los omega-3, son un aliado “especial” para prevenir las complicaciones asociadas a la diabetes (problemas de circulación, sistema nervioso, retinopatías, etc.). Debe hacerse del color verde el color favorito en la mesa. Los alimentos vegetales son mucho más sanos para la dieta baja en carbohidratos y ayudan a minimizar los daños producidos en los tejidos por los niveles altos de glucosa. Es vital que el diabético sepa medirse la glucosa y aprender con el tiempo a identificar rápidamente las sensaciones asociadas a los cambios en los niveles de glucosa, especialmente a la hora de hacer deporte. Así podrá darle solución a los problemas cuanto antes. Es importante practicar ejercicios regularmente, preferentemente aeróbico. Verificar la glucemia antes, durante (en los circuitos largos) y después de hacer deporte. Evitar hacer deporte en el momento de mayor acción de la insulina. Si va a hacer ejercicio durante más de 45 minutos, tome un suplemento de carbohidratos como una barrita de cereal. Se recomienda empezar a practicar deporte de forma gradual y ejercitarse a la misma hora cada día, así se podrá calcular la dieta y la medicación con más exactitud. Procurar no realizar cambios de ritmos bruscos y mantenerlo constante. Si es diabético insulino dependiente, debe aprender a disminuir las unidades de insulina, antes del ejercicio, según la duración y condiciones, no dude en conversarlo con su diabetólogo, ya que suele llegar a reducirse a la mitad, en poco tiempo de entrenamiento. Es muy recomendable llevar una placa identificatoria en la que se informa que uno es diabético, este detalle le puede salvar la vida en caso de mareos o pérdida de la conciencia por hipoglucemia. No se olvide que el ejercicio no reemplaza a la dieta ni a la medicación. Debe llevar un control médico periódico. Por último, cuide sus pies, pues los diabéticos que presentan neuropatía en las extremidades inferiores deben evitar las heridas y lesiones que puede producir el calzado deportivo. Es preferible evitar carreras largas o se sugiere realizar ciclismo o natación.