El abogado Luis Tagliapietra, padre de un joven teniente de fragata que integra la tripulación ARA San Juan, arribó ayer por la tarde a Caleta Olivia para presentarse como querellante en el Juzgado Federal en representación de siete familias de los submarinistas que continúan desparecidos con el navío. Hoy se cumplen quince días del último contacto con la nave cuando se desplazaba a la altura del Golfo San Jorge entre Ushuaia y Mar del Plata.
Luis Tagliapietra estuvo reunido durante una hora con la jueza federal Marta Yáñez, luego hizo lo propio con el fiscal, Lucas Colla, interiorizándose de la marcha del expediente de la causa que por ahora está caratulada como “averiguación de ilícito”, tras lo cual respondió a numerosas consultas formuladas por medios periodísticos.
Su hijo es el teniente de fragata Alejandro Damián Tagliapietra de 22 años, quien realizaba su primera misión en el ARA San Juan y la última comunicación que tuvo con él fue cuando lo llamó desde Ushuaia y le contó que iba comprar un perfume para obsequiárselo a su madre, pero en ningún momento le habló de alguna falla que pudiera tener el submarino.
Esforzándose para mantener la entereza por el dolor que lo embargaba como padre, dijo que luego de catorce días de no saber qué pasó, ahora queda en evidencia que “las cosas se hicieron mal” en claro mensaje directo ala Armada y a funcionarios del Gobierno nacional.
En ese sentido remarcó que los familiares de los submarinistas “estuvimos expectantes durante una semana porque creímos en todo lo que nos fueron diciendo, pero hoy nos damos cuenta que hicimos mal en creer porque nos han ocultado (información)y nos han mentido”.