El “Tigre” Mardones perdió por puntos, pero marcó un camino ante su gente

(Por Carlos “el Chavo” Ortiz, desde Futaleufú). Habrá que dejar la bronca de lado y respirar profundamente. Anoche Futaleufú fue una fiesta del deporte y toda la comunidad, de no más de 2.500 habitantes, vibró con el festival del boxeo amateur que tuvo en juego el Título Sudamericano de la categoría Pluma, de la ABATAM.

Con entradas agotadas, el Gimnasio Municipal de Futaleufú se vistió de fiesta para la ocasión. 800 personas se agolparon para darle el apoyo al “Tigre” Mardones, siendo una de las pocas veces, que Argentina y Chile (en este caso, Esquel – Trevelin y Futaleufú) se unieron en un solo grito.

El rival de Chonchi, Edinson Paredes, con algo de boxeo, con mucha pizca de soberbia y algunas que otras mañas, derrotó a Sebastián Mardones en pelea que en principio estaba programada a seis asaltos (“el Tigre” se preparó para un combate a largo aliento) y terminó siendo a solo tres vueltas, causando el asombro en muchos de los presentes, inclusive de este periodista.

Sebastián ante su público, que lo adoptó como un hijo, intentó con armas leales superar a Paredes, que también tuvo lo suyo con manos picantes, pero que pegó de espalda, que metió codazos y hasta se dio el lujo de pegar una patada para sacarse a su rival de encima.

Para Juan Carlos Mansilla, el árbitro principal de esta pelea, pareció todo normal, ya que en ningún momento le advirtió al visitante algunas de sus faltas.

El público se dio cuenta de ello y reprobó fuertemente cada actitud del representante de Chonchi”.

El fallo de las tarjetas fue dividida, casi en el límite del empate, pero la victoria, el cinturón de campeón sudamericano y el pasaporte al torneo amateur de México quedará para Edison Paredes, “el príncipe de Chonchi”, el príncipe de las mañas.

Para Sebastián y su gente, quedará el reconocimiento de todo un pueblo y saber además que están en el camino correcto en esto de organizar un encuentro de envergadura para un lugar tan alejado y tan bonito a la vez.

Seguramente para el tigre y su gente, la bronca será mucha, pero cuando la bronca se destile por el Rio Grande, lo quedará reflejado es con compromiso de todos los actores, tanto el Municipio, como los comercios locales, el Liceo y el Hospital se unen todo es más fácil, todo es mucho más fácil y el deporte ganará por nocaut.

VICTORIA DE MARILINA, DERROTAS DE LONCÓN Y PANCHITO

La jornada “boxeril” en Futaleufú se abrió con un pibe de tan solo14 años quien debutó precisamente ayer en el festival. Gastón Villarroel, de sobre nombre “la Pantera” y de la escuela Los Cóndores de Futaleufú consiguió una victoria en fallo dividido ante el esquelense Brian Lienllan, quien tiene 17 años y algunos kilos más que su pequeño contrincante.

El pupilo del Seba Mardones no se amilanó, fue al frente, recibió algunos golpes de su rival, pero a su vez recibió el cariño de la gente que entendió su nerviosismo de las horas previas de la jornada y la proyección de tomar al boxeo como algo serio.

Después llegó el turno de Franco Antin quien desplegó toda su artillería sobre Pablo Loncón, tan dispar fue la pelea que Loncón la sufrió en cada momento y hasta tocó la lona casi al término del primer asalto, con la sensación que el Negro Sosa debió tirar la toalla ante tamaño castigo. La victoria de Antín fue por puntos en fallo unánime, muy unánime.

Por su parte Marilina Nahuelpán, después de dos años de inactividad, se preparó a conciencia y fue superior a Vicki Ferreyra, sobre todo en los últimos dos asaltos, porque la chica de Gobernador Costa había sido mejor en los primeros dos minutos. La victoria de Marilina fue por puntos, de manera unánime.

Ya en la previa de la gran pelea, se vino la de semifondo con Panchito Lopez, quien cedió terreno (y varios kilos por debajo de su rival) ante Adolfo Fernández, quien ganó con autoridad en un fallo dividido.

Sin dudas que Fernández, de la Isla de Chiloé, fue justo ganador mostrando ciertas virtudes para el boxeo amateur.
Para Panchito quedará la enseñanza que para subirse al ring deberá trabajar aún más en lo físico y en lo técnico, más si continúa con la idea de meterse en el profesionalismo.