Cómo comenzó la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y lo que vendrá después, también para nosotros

Las semillas de la guerra comercial de la era Trump entre Estados Unidos y China se plantaron durante la última campaña presidencial de Estado Unidos, cuando el entonces candidato Donald Trump dijo que no se podía permitir que Pekín siguiera "violando nuestro país".

Eso es lo que dijo Trump durante un mitin en mayo de 2016 en Fort Wayne, Indiana, cuando el candidato republicano se lamentó del déficit comercial de Estados Unidos con China.

Washington y Pekín han aplicado aranceles a los productos del otro a pesar de lo que Trump llama una buena relación con el presidente Xi Jinping. 

El lunes, la moneda de China USDCNY, rompió el nivel de 7 por dólar, lo que llevó a Trump a acusar a Beijing de manipulación. Un yuan más débil hace que los productos chinos sean más baratos en el extranjero, exactamente el efecto que a Trump no le gusta cuando trata de disminuir el flujo de importaciones.

Evolución del dólar contra el Yuan Chino en los últimos 6 meses

Las acciones de EE. UU. Este lunes se desplomaron más de 700 puntos en la lucha comercial.

La disminución del yuan se produjo después de que Trump se comprometió a imponer aranceles del 10% a los bienes chinos por valor de 300 mil millones de dólares a partir del 1 de septiembre.

En enero de 2018, Trump ya había anunciado aranceles a las lavadoras y paneles solares importados, incluso de China.

Dos meses después, Trump ordenó aranceles a las importaciones de acero y aluminio. En respuesta, China impuso aranceles a los productos estadounidenses, incluyendo carne de cerdo, frutas y otros productos básicos.

A pesar de las conversaciones comerciales, los aranceles siguieron llegando. En junio de 2018, Trump aprobó aranceles sobre aproximadamente $ 50 mil millones en productos chinos. Luego, en septiembre de 2018, impuso un arancel del 10% a $ 200 mil millones de productos chinos. Esta vez, los chinos respondieron con aranceles sobre $ 60 mil millones en productos estadounidenses.

Una reunión entre Trump y Xi condujo a la reanudación de las conversaciones comerciales en Beijing en enero de este año.

Pero más tarde, en mayo, Trump aumentó los aranceles del 10% al 25% . China aumentó sus propios aranceles en respuesta.

En su amenaza arancelaria la semana pasada, Trump dejó abierta la posibilidad de que pudiera esperar si se podía avanzar con la negociación.

"Esperamos continuar nuestro diálogo positivo con China en un acuerdo comercial integral, y sentimos que el futuro entre nuestros dos países será muy brillante", dijo en Twitter.

Con la devaluación del Yuan, que toco con la devaluación reciente su mínimo desde el año 2008, es muy probable que los nuevos aranceles impuestos a partir del 1 de septiembre por Estados Unidos a Productos Chinos se efectivicen.

También es cada vez más probable una intervención de Estados Unidos en el mercado de divisas para devaluar el dólar, si bien esto fue descartado por la Casa Blanca como una solución. Esta intervención eventualmente se realizaría a través del Departamento del Tesoro. Sin embargo, las decisiones de cambio de divisas del Tesoro generalmente se han tomado en consulta con el Sistema de la Reserva Federal.

Mientras tanto cada movimiento de los gigantes comerciales provoca consecuencias en los países como Argentina.

Una consecuencia inmediata de la devaluación del Yuan que realizo China ayer, fue la escapada del dólar contra el peso en Argentina que casi toco su máximo histórico, llegando a 46,68 por dólar.

Otra fue un importante aumento del dólar futuro ya que en el mercado Rofex con vencimiento al mes de diciembre se negoció a casi 56 pesos por dólar.

También es previsible una salida de capitales del mercado argentino con el consecuente derrape cambiario que tenga que ser regulado por el Banco Central a partir de la venta de dólar futuro y un aumento gradual de la tasa de interés de Leliq, es decir, nuevos impactos en la depreciación del peso, caída de la actividad económica y aumento de la recesión.