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Cuarentena en México: "Todo lo que se tiene que hacer, se hace, pero no por una orden gubernamental"

Hablamos con Carolina Pérez Viale, esquelense que vive en Playa del Carmen.

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Carolina Pérez Viale vive en México y tiene muchos amigos que decidieron volver en vuelos de repatriación. Por su parte, ella tiene su documentación y vive allí hace tiempo, pero trabaja en turismo, como la mayor parte de la gente de la zona.

 

Quintana Roo es la provincia en la que viven, donde están Cancún, Playa del Carmen y otras ciudades turísticas. Carolina es personal trainer, da clases en gimnasios, por lo cual la situación no la afecta directamente: sin embargo, la gente que utiliza sus servicios vive del turismo, por lo cual baja toda la actividad.

 

En Playa del Carmen, hay cerca de 400 casos declarados. Sin embargo, nos explica que los datos no parecen ser reales. "Cada día nos enteramos de cosas que nos hacen creer que no es la realidad. Muere gente y lo pasan a neumonía aguda, o casos así".

 

"La ciudad está totalmente paralizada, no hace mucho. A nosotros nos vino con delay, porque cuando todo el mundo estaba con el tema del coronavirus a flor de piel, nosotros todavía estábamos trabajando, estábamos bien, estábamos sin un caso en el país. Entonces, realmente nos llegó tarde".

 

Cerca del primero de abril se suspendieron las clases y actividades, pero nunca se decretó el aislamiento obligatorio, como en la mayoría de los países. "Cada uno se está cuidando a su manera", explica. Mucha gente trabaja del día a día.

 

"El presidente sigue invitando gente a que venga a México, las fronteras no se cerraron, hasta hace 3 semanas seguían entrando vuelos de Nueva York, que es la ciudad más contaminada del mundo, a Cancún".

 

La gente se mostró incómoda con la situación y, además, tienen otros reclamos, por ejemplo, que el dinero que podría destinarse a ayudar a las personas con necesidades se utiliza para mejoras de urbanística.

 

Hace algunos días, declararon el "estado de sitio", según el cual no se puede salir después de las 7 de la tarde. Los gimnasios cerraron desde el primero de abril, pero fue decisión de cada dueño, ya que la gente dejó de asistir a los lugares.

 

"No ves gente en la calle. La gente se metió en su casa, está haciendo cuarentena", explica. Sin embargo, la cuarentena es voluntaria: hay leyes reguladoras, pero no se ven controles.

 

"Todo lo que se tiene que hacer, se hace, pero no por una orden gubernamental, sino porque es sector privado y quedan bien haciendo todo el protocolo".

 

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