Rubén Castagnino, del Grupo Joven Ceferino, es, indirectamente, una figura paterna para mucha gente del barrio a la que asiste. Intenta que los chicos tengan, al menos, una merienda por medio y la comida a mediodía, también día por medio.
Hoy por hoy, el grupo hace casi 200 porciones de comida, que lleva a las familias más necesitadas, ayudando a padres e hijos por igual.
Hace 90 días que, pese a la pandemia, continúa trabajando en el merendero cuanto es necesario. Muchas personas realizan donaciones y está contento de que lleguen a buen destino: “Todo lo que llega, todo sale”, explicó.
La gente les comenta, continuamente, sus necesidades, y el grupo se encarga de intentar brindar toda la ayuda posible.
Su Día del Padre lo pasará con sus hijos, compartiendo con ellos: “Como un día común de corriente”, contó.
Rubén tiene dos hijos propios, uno de catorce años y uno de diecisiete: este último se dedica, siguiendo el ejemplo de su padre, a repartir parte de la comida a los adultos mayores.
¡Le deseamos un muy feliz Día del Padre!