Jorge Asís Digital: Jaulas y mudanzas del Club Swinger

1.- Mejor ocuparse del taiwanés

La campaña ordena al oficialismo (que fracasa) mientras desordena a la oposición que fracasó. Aunque procura recuperarse para fracasar con mayor vigor.
El gobierno de La Doctora -que preside Alberto Fernández, El Poeta Impopular- exhibe la unión de fragmentos de conveniencia recíproca.
El momento es penoso. Acosado por la irrelevancia efectiva de los visitantes de Olivos (“cuando todos estaban encerrados”).
Estética relativa entre los asistentes de la señora Fabiola Yañez. Primera Dama.
Junto al adiestrador de perros, el consagrado empresario taiwanés. Mantienen al desperdiciado periodismo en pose de Watergate.
Es preferible, para La Doctora, que los comunicadores se concentren en el redituable taiwanés y se detengan menos en cuestiones derivadas de la miseria.
En la “paz social que peligra” según Juan Grabois, L’Enfant Maudit.
Es razonablemente lo que más inquieta a La Doctora, sostenida mayoritariamente por el conurbano bonaerense.
El episodio terrible de Lomas de Zamora, amargó no solo al minigobernador Martín Insaurralde, El Jésico. Fue institucionalmente imperdonable.
Fue generado por los profesionales del padecimiento que se sitúan a la izquierda del movimiento multiplicador de las organizaciones sociales.
La tensión es permanente. Cientos de miles de millones de pesos se remiten a la contención de la miseria y transforman al ministerio loteado de Desarrollo Social en el desafío más político.
Es el ministerio que absorbió a Daniel Arroyo, Gestito de Idea. Y se prepara para absorber al minigobernador Zavaleta, El Juanchi.

Terceros dentro

El fenomenal crecimiento de la miseria es consecuencia de las declinaciones compartidas por los herederos de las dos coaliciones que confrontan.
El Frente de Todos (que se ordena), y Juntos, que justamente se desordena en el juego del “sube y baja”, cuando le corresponde el ascenso.
Dos, como en el box. Terceros afuera.
Las “vías muertas de las terceras vías” (cliquear) apenas alcanzan, en elecciones legislativas, para mojar la medialuna de un diputado.
Terceros dentro.
Para la calidad del próximo parlamento sería favorable que Florencio Randazzo, Don Quijote, mojara su medialuna. Peronista del Cartel de Chivilcoy.
O que mojara la suya Javier Milei, El Libertario, libertino audaz que se carga a la clase política desde la política.
O que mojara también Guillermo Moreno, El Ferretero. Líder sin liderados del peronismo melancólico y solitario.
O José Luis Espert, Liberal de Recetario Televisivo, siempre en estado de injusta sospecha.
Cartón lleno para el parlamento sería que también mojara la medialuna Santiago Cúneo, El Nacionalista Recatado, que tiene más seguidores que votos.

2.- Club Swinger del Peronismo

Para conservar al Premier, Santiago Cafiero, El Nietito, su jefe de gabinete, Alberto entregó, en parte de pago, al ministro de Defensa Agustín Rossi, El Chivo.
Rossi había conquistado el afecto y el respeto de los militares devaluados. Sentimentalmente hartos de que Defensa fuera considerado «ministerio periférico».
Espanta la falta de coordinación entre la dueña del gobierno y el presidente.
Alberto había embalado a Rossi para que fuera senador por Santa Fe. Pero avanzaba el acuerdo de La Doctora con el gobernador Omar Perotti, Lole 2.
La Doctora quería que permaneciera la señora senadora Sacnum, La Paisana. Perotti quería que fuera cualquiera menos Rossi.
Obediente, Alberto le pidió al Nietito que le comunicara a Rossi que debía bajarse.
En simultáneo, la ofensiva para hacer diputado al Nietito continuaba. Trascendía que Rossi podía reemplazarlo.
Entonces El Nietito astuto retuvo la información. Para transmitirla cuando ya era tarde. El brulote de Santa Fe era la muestra gratis del Club Swinger del Peronismo.
Rossi, defensor de La Doctora, se enfrenta contra Lewandowski y Sacnum, candidatos de Perotti y La Doctora.
Para completarla, a Rossi lo acompaña la segunda de Lole 2. La vicegobernadora Rodenas.

3.- Enjauladores y enjaulados

Titular del Maxi Quiosco, Horacio Rodríguez Larreta, Geniol, es el heredero natural. A pesar del heredado, Mauricio Macri, El Ángel Exterminador.
Larreta se destacó por su capacidad para enjaular halcones y transformarlos, dentro de la jaula, en jilgueros románticos.
Para enjaular Larreta debió conceder. Incorporar patriotas recomendados por los enjaulados. Como el Ángel y la señora Patricia Bullrich, La Yiya. la segunda enjaulada.
Pero los patriotas incorporados desbarataron la estrategia de moderación de Larreta. Impulsada con la señora María Eugenia Vidal, La Chica de Flores de Girondo.
Pero los halcones enjaulados Macri y Bullrich le introdujeron en la lista al halcón verbal Fernando Iglesias, El Pipistrelo.
Un pesado que respira el aire tenso de la provocación.
El Pipistrelo fue la tobillera electrónica que el Ángel y La Yiya le pusieron a Geniol y a La Chica de Flores.
Después Miguel Pichetto, Lepenito, entró solo en la jaula y sin pedir nada.
Más costoso resultó Jorge Boga Macri, El Primo (que era) Pobre.

Mudanzas

Para Vidal fue más fácil la mudanza de 2015 que la de 2021.
La gobernación de Buenos Aires le resultó al final más accesible que la nimia diputación metropolitana.
Cuando Vidal se mudó de Flores hacia La Plata era Heidi. Tenía los dos grandes medios de comunicación a su favor.
Tenía al radicalismo entero en el bolso, al kirchnerismo agotado y nadie esperaba su victoria.
Al volver al Maxi Quiosco de Larreta tiene la obligación de ser la ganadora. Los radicales están partidos y el kirchnerismo está de vuelta en el poder.
Pese a la montaña de billetes aportados por el Maxi Quiosco, los medios de comunicación, que solían celebrar, hoy cuestionan la mudanza.
El regreso a la ciudad, de la que nunca tal vez Vidal debió haber salido.
Otro aporte perverso de La Yiya a Larreta y a Vidal fue el de la señora Sabrina Ajmeth.
La muchacha inteligente no se mostró interesada en salir del laberinto en el que se introdujo por la autoría de viejos tuits sobre las “Falklands”. O alguna tontería estudiantil.
Redactados cuando la muchacha adoptó la onda provocativa del malditismo y ni soñaba con figurar en la lista de diputados preferida por el establishment.

Aparte, Larreta cedió el número 2 de la lista al radical Martín Tetaz, Tango Software, facturado a la cuenta de Martín Lousteau, El Personaje de Wilde, pescador de todas las escolleras.
Pero Tetaz no garantiza el apoyo de los radicales que se tonifican a partir de la irrupción en la provincia de Facundo Manes, Cisura de Rolando.
Los radicales del Artificio Autónomo son una sumatoria de fragmentos con otras alternativas.
Están los progresistas de Rubinstein, Jesús y Brandoni que toman distancia de Coti Nosiglia y de Lousteau.
O la alternativa de Ricardo Hipólito López Murphy, El Bulldog Gato. Radical cultural orientado hacia la derecha que confronta con la lista implosionada de Vidal.
La Chica de Flores apenas se siente respaldada, en la lista, por la señora Paula Olivetto, Pagá Paulita.

4.- Reposeras de Cerdeña y Capri

Mientras tanto, desde el verano europeo, después de las sublimes reposeras de Cerdeña o de Capri, La Celebridad, El Ángel, prepara sigilosamente el regreso a la patria.
En Vanity Fair, más allá del 10 de agosto, es el turno del turismo sindical. Las celebridades se retiran. Queda la playa para los pobres.
El Ángel espera la revaloración histórica de su figura.
Se divulga: “Macri se va y el espacio es una bolsa de gatos”.
Sin la mesiánica conducción del Ángel, los “cambistas” están condenados a pelearse entre ellos.
Se los carga hasta un ambicioso facultativo con zoquetes a rayas.
Cualquier muchacha insolente se atreve a tratarlos de «infantiles».
Despunta, para colmo, el periodismo patrullero.
Arrancan con los departamentos, las expensas, pronto las propinas.

Es la primera elección que tiene “el espacio” sin la línea inapelable que solía bajar Marcos Peña, El Pibe de Oro.
Con don Jaime Durán Barba, El Equeco, y su venta libre de humo.
“Eran insustanciales, probablemente, pero existía un orden”.
Divulgan: “A Macri se lo pudo desplazar. Lo que no se puede es sustituirlo”.
Crece, por doquier, la sospecha. De pronto los medios, por más que los alfombren, no perdonan.
Desde adentro de la jaula también se puede conspirar contra el enjaulador. El objetivo es convertirlo en el “mariscal de la derrota”. Aunque venza.

Por Jorge Asís