Molino Harinero Nant Fach, un viaje en el tiempo en Trevelin

El entorno del Molino Harinero Nant Fach es una sinfonía natural, donde el canto de los pájaros se mezcla con el murmullo del arroyo que lo rodea. El molino cuenta la historia de Trevelin, pero también funciona y produce.

Mervyn Evans, creador y guía del museo, relató cómo su infancia en el campo y su conexión con un molino antiguo sembraron la semilla de este proyecto. Después de años de investigación y el deseo de preservar la historia, el Molino Harinero Nant Fach abrió sus puertas al público el 28 de enero de 1996.

"Es más que recorrer un viejo molino harinero, es reconectarse con la historia, sumergirse en un viaje en el tiempo y disfrutar de la magia de un sueño cumplido con esfuerzo, pasión y compromiso", destacó Evans.

El museo no solo alberga el molino en funcionamiento, sino también una colección diversa de artefactos que formaban parte de la vida cotidiana de los primeros galeses en la región. Desde vajilla y documentos hasta instrumentos musicales, herramientas y vestimentas de época, el museo aspira a convertirse en una escuela de oficios antiguos.

El secretario de Turismo, Cultura y Deportes de Esquel, Mariano Riquelme, describió al Molino Harinero Nant Fach como "una de las propuestas turísticas pioneras" en la ruta 259, resaltando su importancia en el circuito turístico de Trevelin y Esquel.

Víctor Yáñez, director de la Delegación Regional del Ministerio de Turismo de Chubut, destacó a Mervyn Evans como un autodidacta apasionado por la historia. "Conocer el molino y escuchar su historia es una visita imperdible", enfatizó.

El Molino Harinero Nant Fach es un testimonio viviente del espíritu emprendedor de los pioneros galeses, y Mervyn Evans se erige como el custodio de esta parte invaluable de la historia de la Patagonia. Con su entusiasmo y dedicación, comparte este pedacito de pasado con todos aquellos que visitan este rincón mágico en el corazón de Trevelin.

O.P