El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) declaró el Alerta Fitosanitaria en tres provincias patagónicas –Chubut, Río Negro y Santa Cruz– debido a la presencia y expansión de la tucura sapo (Bufonacris claraziana), un insecto endémico que, si bien es nativo de la región, ha experimentado un crecimiento poblacional y territorial que amenaza seriamente la actividad agropecuaria.
La medida de emergencia, oficializada a través de la Resolución 816/2025 y con vigencia hasta el 31 de marzo de 2026, busca intensificar las acciones de prevención, vigilancia y control de esta especie.
La Amenaza del Insecto Autóctono
La tucura sapo, que no representa riesgo para la salud humana ni transmite enfermedades, fue identificada como una seria amenaza para los pastizales naturales y la producción agropecuaria.
El insecto, cuyo nombre científico es Bufonacris claraziana, pertenece al grupo de los acrídidos y se caracteriza por no poseer alas funcionales. Por lo tanto, no vuela y se desplaza mediante saltos en zonas áridas y pedregosas. Su morfología compacta y robusta, que puede medir entre 3 y 4 centímetros y variar entre tonos marrones y verde grisáceo, le permite camuflarse fácilmente.
Según el SENASA, la expansión de esta tucura afecta especialmente a pequeños productores, agricultores familiares y comunidades rurales cuya economía depende de los recursos forrajeros disponibles en la estepa. El insecto se alimenta de gramíneas y otras plantas herbáceas, comprometiendo directamente la base alimentaria de la ganadería extensiva típica de la Patagonia.
Medidas de Control y Prevención
La expansión del Bufonacris claraziana se ha intensificado en los últimos años, lo que obligó al organismo a establecer el estado de emergencia para aplicar medidas extraordinarias de control. El SENASA subraya que, por sus características biológicas, la tucura debe mantenerse restringida a su hábitat natural para evitar un mayor impacto productivo y ambiental.
La resolución habilita a las autoridades competentes a:
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Implementar acciones directas para contener la plaga.
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Promover la restauración de las zonas afectadas.
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Proteger los sistemas productivos más vulnerables.
El organismo reiteró la importancia de la vigilancia coordinada con provincias, municipios y productores para frenar el avance de la especie y minimizar el impacto sobre el equilibrio ambiental de la región. El área de dispersión natural del insecto incluye las regiones áridas de Chubut, Río Negro y Santa Cruz.
F.P