Si con un espacio prestado (o alquilado) los hermanos Darío, Rodolfo y Marcos hacen maravillas con la naranja, no queremos pensar lo que podrían hacer si tuvieran un espacio propio, por ejemplo, que le cedan por 20 ó 30 años, el abandonado playón del “Chanico Navarro”.
Lo que hacen los “Carosso Brothers” en el Colegio Salesiano es de un nivel Superlativo, que sería cien veces superior si tuvieran un lugar único para la práctica del mini básquet y para el básquet formativo que, hoy por hoy, (por falta de espacio) no lo pueden desarrollar.
Ellos sacan agua bajo las piedras. De esto saben un montón. Y estoy seguro que solo necesitan de un espacio para desarrollarse.
Hoy se termina en Trevelin (¿Por qué en Trevelin?) el segundo Encuentro Binacional de mini básquet, donde decenas y decenas de chuicos y chicas se divirtieron con la naranja.
Y hoy justamente viene lo más lindo, además de los encuentros de 3 x 3. Se viene el Jamboree que es ese encuentro netamente social donde se arman equipos con jugadores mezclados de distintos clubes.
Porque “el Mini es Amistad”, rezaba el slogan de los encuentros nacionales de mini básquet. Vale la pena observar detenidamente el trabajo de los hermanos Carosso. Porque ellos encuentran agua bajo las piedras y saben perfectamente como llevar una institución adelante.