En su histórica visita a Israel, el presidente fue ovacionado en la Knéset y anunció que en 2026 trasladará la sede diplomática argentina a Jerusalén. El gesto político abre un nuevo capítulo en la relación bilateral, pero también a decisión podría exponer a Argentina a nuevos riesgos en materia de seguridad y terrorismo internacional.
En una jornada con fuerte carga simbólica, el presidente Javier Milei fue recibido con aplausos en el Parlamento israelí, donde confirmó una promesa de campaña: Argentina trasladará su embajada en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén en 2026, sumándose a un grupo selecto de países que han adoptado esa postura.
Con este gesto, Milei rompe con décadas de política exterior argentina moderada en el conflicto israelí-palestino y alinea al país con la visión defendida por Estados Unidos, Guatemala, Honduras y Kosovo, que reconocen a Jerusalén como capital israelí.
Ambos atentados siguen impunes y han generado un lazo de memoria compartida entre ambos pueblos, además de un reclamo constante de justicia. Para muchos, el anuncio de Milei también busca reafirmar el compromiso de la Argentina con la lucha contra el terrorismo internacional y la seguridad israelí.
Un gesto que no es menor
Jerusalén es una ciudad sagrada para judíos, cristianos y musulmanes, y su estatus político sigue siendo objeto de disputa internacional. Si bien Israel la considera su capital indivisible, la comunidad internacional —incluida la ONU— promueve una solución negociada que permita a los palestinos establecer su capital en Jerusalén Este.
Por eso, la mayoría de las naciones mantienen sus embajadas en Tel Aviv, evitando pronunciarse en una cuestión geopolítica extremadamente sensible. El traslado de Milei, entonces, constituye un quiebre diplomático con consecuencias globales.
Un vínculo marcado por la historia y el dolor
Argentina tiene una comunidad judía significativa —la más grande de América Latina—, con vínculos estrechos con el Estado de Israel. Sin embargo, esa relación también ha estado marcada por tragedias: en 1992, un atentado terrorista voló la Embajada de Israel en Buenos Aires, dejando 22 muertos. Dos años después, en 1994, otro ataque destruyó la sede de la AMIA, provocando 85 muertes y más de 300 heridos.
Ambos atentados siguen impunes y han generado un lazo de memoria compartida entre ambos pueblos, además de un reclamo constante de justicia. Para muchos, el anuncio de Milei también busca reafirmar el compromiso de la Argentina con la lucha contra el terrorismo internacional y la seguridad israelí.
Reacciones internacionales y equilibrio regional
El anuncio fue celebrado por el gobierno israelí, pero aún no se conocen reacciones formales de la Autoridad Palestina, el Vaticano o países árabes con los que Argentina mantiene relaciones diplomáticas y vínculos comerciales.
En ese marco, expertos en política exterior advierten que este cambio podría tensar las relaciones con el mundo islámico y dificultar el tradicional equilibrio diplomático argentino, que históricamente ha promovido la paz y el diálogo entre pueblos.
Un delicado equilibrio diplomático
Argentina mantiene relaciones diplomáticas con:
- Israel
- Autoridad Nacional Palestina
- 22 países árabes
- La Santa Sede (Vaticano)
El desafío será sostener el nuevo alineamiento sin aislarse del resto del mundo islámico ni de posiciones tradicionales de consenso internacional.
¿Qué países tienen hoy embajadas en Jerusalén?
Hasta ahora, las embajadas plenamente instaladas en Jerusalén son:
- Estados Unidos (desde 2018)
- Guatemala
- Honduras
- Kosovo
Además, Paraguay reabrió su embajada en 2023, tras haberla cerrado en 2019. Otros países como Hungría y República Checa han abierto oficinas diplomáticas o comerciales, sin traslado oficial de sus embajadas.
Línea de tiempo: embajadas trasladadas a Jerusalén
Año
| País
| Estado del traslado
|
---|---|---|
2018
| 🇺🇸 EE.UU.
| Traslado completo, embajada inaugurada
|
2018
| 🇬🇹 Guatemala
| Traslado completo
|
2019
| 🇵🇾 Paraguay
| Traslado breve, luego reversión
|
2021
| 🇽🇰 Kosovo
| Embajada abierta
|
2023
| 🇵🇾 Paraguay
| Reapertura de embajada en Jerusalén
|
2026
| 🇦🇷 Argentina
| Anuncio oficial, traslado proyectado
|
Una política exterior en transformación
Para Milei, el traslado de la embajada no es solo un gesto diplomático, sino un acto de convicción: reafirma su adhesión al ideario occidental, al libre mercado y al alineamiento con las democracias liberales de Occidente, especialmente Estados Unidos e Israel.
La pregunta que queda abierta es si Argentina podrá sostener esa postura sin resignar vínculos con otros bloques estratégicos, en un mundo cada vez más fragmentado.
¿Un riesgo latente?
Si bien el alineamiento con Israel puede fortalecer la cooperación bilateral y posicionar a la Argentina en un eje geopolítico más definido, también expone al país a nuevos riesgos en materia de seguridad. La memoria de los atentados de los años ’90 sigue presente, y una política exterior percibida como parcial en el conflicto de Medio Oriente podría reactivar tensiones con grupos extremistas internacionales. El desafío de esta nueva etapa será avanzar en relaciones estratégicas sin perder de vista la protección de los intereses y la seguridad de los argentinos.