En el Día del Nutricionista, Soraya Sandoval, especialista que se desempeña en el Hospital de Esquel y en centros médicos privados como la Clínica Modelo, CRECER y CEMIC, compartió sus reflexiones sobre la importancia de su profesión.
La nutricionista destacó que la tarea fundamental es la de educar para adoptar hábitos saludables, un desafío particular en la zona, donde el clima frío a menudo incita al consumo de alimentos ricos en harina, como las tortas fritas.
Sandoval enfatizó que la clave no está en la prohibición, sino en la moderación, y subrayó la necesidad de una alimentación variada y adecuada a cada persona.
"Uno de los pilares de la alimentación es la ley de adecuación", explicó, y detalló que los planes deben ajustarse a la edad, la actividad física y las patologías de cada individuo para que sean viables y sostenibles en el tiempo.
La especialista también se refirió al desafío de la prevención, mencionando que las consecuencias de una mala alimentación, como la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto, suelen manifestarse en edades avanzadas. Por ello, insistió en que la educación alimentaria debe comenzar en la infancia.
Según la nutricionista, aunque la información sobre nutrición es cada vez más accesible, a través de internet y otros medios, a menudo hay resistencia al momento de implementar cambios. Subrayó que el gran desafío es adecuar la alimentación a cada persona para que el plan sea viable.
Además, destacó que es importante empezar con la educación alimentaria desde la infancia, ya que cambiar hábitos de adulto es más difícil, y que las consecuencias del exceso de peso, como la diabetes, hipertensión y el colesterol alto, suelen manifestarse después de los 40 años, cuando el metabolismo cambia. Por ello, la tarea del nutricionista es "prevenir y promover un buen estado de salud".
En cuanto a los consejos prácticos para la región, recomendó incorporar más frutas y verduras de manera creativa, disminuir el consumo de carnes rojas y sumar pescados y frutos secos accesibles, destacando que lo importante no es la cantidad de calorías, sino la calidad de los nutrientes.
F.P