18 de Septiembre de 2025
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"Encontré una manera de conjugar la psicología con la escritura"

Lorena Pronsky anticipó en Red43 la presentación de su novela “Loca”, donde se reencontrará con sus lectores de Esquel y la región.

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Lorena Pronsky se encuentra en Esquel para presentar su primera novela, “Loca”, y reencontrarse también con sus lectores, ya que en 2019 ya se había acercado a nuestra comunidad con la salida de su primer libro.

 


La escritora, psicóloga, también madre, entre otras responsabilidades que lleva adelante, contó a Red43 que incluso en este viaje “está siempre escribiendo”, manteniendo su ritmo de atención y compromiso con su obra artística; el compromiso con la tarea que la llevó a ser best seller desde su primera publicación.

 


La presentación en Esquel será mañana viernes a las 21 horas en el Centro Cultural Melipal, con una entrada de 8 mil pesos y en una recorrida de ferias de libros en distintas provincias: “con el nuevo libro, pero la difusión de todos los otros”, explicó, si bien “no son sagas, pero siempre un libro lleva al otro y siempre surgen preguntas del proceso creativo, por qué escribí esto, por qué escribí el otro”.

 


Ese respeto e intercambio con los lectores de todo el país (y el mundo) hace parte del mismo proceso de escritura: “Yo creo que hay una romantización de lo que es el escritor y de la vida del escritor, yo soy psicóloga y aparte en donde yo estoy, en donde yo vivo, en La Plata, tengo mi puesto laboral, trabajo, tengo una rutina, tengo hijos, tengo una vida normal, entonces escribo realmente en tiempo robado, no es que tengo tiempo para otra cosa”, aclara, sumando valor a encuentros como el que habrá en Esquel.

 


Las tareas también se entrelazan y alimentan el imaginario planteado por libros como “Loca” y la forma en que se leen: “encontré una manera de poder conjugar la psicología con la escritura, porque todos los libros que he escrito, está la psicología de alguna manera muy subyacente”, detalla, y el ser consecuente con esos mismos ejes: “toco temas que tienen que ver con las emociones”, marcó Pronsky. Además la autora agrega: “y el hecho también de que tenga hijos, hace que no tenga tampoco todo el desarrollo que por ahí te piden las editoriales o tanta presencia más que nada fuera del país, estoy en un momento de mi vida donde por ahí prefiero estar al lado de ellos también, entonces bueno, hago estos viajes así relámpagos y muy tranquila”.

 


Incluso cuando no es explicito en las temáticas, la escritura refleja un lenguaje propio: “a veces juego con escribir desde otra, distinta de mí, que está buenísimo también porque es la parte donde más puedo delirar y la que más puedo crear”, aclaró, sin desconocer que hay quien lee y se siente identificado en forma directa: “hay como una cuestión de creencia de que lo que yo escribo es todo lo que me pasa a mí” y en ese caso también la autora trasmite un sentido lúdico: “todo es factible de ser narrado, lo que te cuentan, lo que ves, lo que miras, una canción, cualquier cosa dispara la inspiración” y es ahí donde se amplían los sentidos: “no por preservarme yo, sino por preservar al otro y que lo haga suyo, esa es la idea”.

 


Del best seller a los nuevos desafíos

 


Si bien su primer libro tuvo una recepción rápida, Lorena Pronsky cuida y alimenta el espacio privado y de trabajo que la llevó a ese lugar.

 


“Sinceramente llegué a poder publicar por mucha suerte. Hay mucha gente que escribe y que no tiene acceso a poder publicar. Y hace el mérito. Esta cuestión de que justo me encontró un editor, me vio en las redes sociales que yo estaba escribiendo, bueno, se me impuso antes la posibilidad de lo que era mi propio deseo, porque me puse a escribir y a los seis meses ya estaba firmando con la primera editorial”, resume, pensando en el lector que también es escritor, y el escritor que tampoco ve los frutos rápidamente: “si bien escribo desde que soy chica, seguramente hay muchísimos mejor que yo y que hace méritos, me siento un poco afuera porque tuve el factor suerte, más allá de estar escribiendo y estar también dedicándome a esto, como te digo, la formación de psicóloga me sirve como un recipiente para sacar información y para sacar ideas, pero en ese sentido sí, me siento un poco afuera”.

 


Si bien es de algún modo excepcional la gran recepción de su obra, los temas abordados son accesibles porque tienen que ver con lo humano: “la mayoría o todos los libros hablan de duelo, de pérdida, de abandono, desamor. Esta la idea de la felicidad como algo meritorio y como un punto donde hay que llegar y que no es la realidad. El imperativo categórico de ser feliz. Yo creo que quien lee encuentra un lugar donde ser verdadero, donde el dolor existe, donde la ambivalencia de la vida existe, donde no todo es color de rosas”.

 


En la novela, uno de los puntos clave a reflejar: “la protagonista en este último libro transita un cuadro de depresión, son temas reales y sin la idea capitalista de todos los tips, ítems para ser feliz. Justo estaba hablando el otro día de la felicidad ya como una cuestión de clase: para ser feliz tenés que tener un montón de cosas. Y no es así”.

 


Estas ideas las desarrolla incluso desde los blogs previos a su primer libro: “existe el sufrimiento, existe el dolor y está todo bien, hay que poder transitarlo, no pasa nada, la no negación de la realidad, esta cosa casi psicótica de cambiar lo positivo por lo negativo, de robotizar al humano para no confrontarse con una parte fundamental de la vida, que es la angustia”.

 


El encuentro con los lectores para nutrirse mutuamente

 


En esta visita a la ciudad, la autora dedicará todo el tiempo posible y necesario para que quien lee sus libros, tenga la posibilidad de compartirle sus impresiones cara a cara: “me gusta entregarme a la situación y no estar con el reloj ni esperando que suene el timbre para irme corriendo, siempre preguntan un montón, la verdad que a los lugares de dónde voy siempre me cargan, que tienen que apagar la luz como los pollos porque si no yo sigo hablando”.

 


El espacio se abre para recorrer todos sus libros: “escuchar la repercusión del libro, ver en qué también fracasé en el mensaje que por ahí quise dar, es la única posibilidad que tenemos los escritores, más allá de lo que te puedan escribir en las redes, es el mano a mano y estar de cara es nada, es súper valioso”.

 


Firma de libros, charla, venta, debate, todo lo que se pueda generar en ese momento, se dará mañana viernes desde las 21 horas en el Centro Cultural Melipal: “firmar los ejemplares con tiempo y paciencia, la gente también se hace un tiempo, también tiene hijos para ubicar, entonces soy muy respetuosa de eso también”.

 


SL
 

 

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