(Por Carlos “el Chavo” Ortiz). - El toro sigue embalado. Nadie lo detiene. Agacha la cabeza y va para adelante. Es cierto que quedó maltrecho, no solo por lo de ayer. Es que jugar tantos partidos seguidos, a un nivel tan alto, es por demás desgastante. Y eso no solo le pasa a Transporte Wenú, les pasa a todos los equipos que cruzaron la fase de clasificación y desde Octavos de final juegan a un mata mata.
Transporte Wenú sigue en carrera. Se metió entre los mejores ocho equipos del torneo de la Divisional de Honor y, aunque el resultado fue por 4 a 1, debemos señalar que el marcador fue totalmente mentiroso por lo que se vio en la cancha, Claro que no le restamos el mérito a Wenú por la clasificación, muy merecida por cierto, pero la diferencia la sacó recién en los últimos minutos del partido.
Wenú ganó merecidamente el partido de ayer y merecidamente se metió en los Cuartos de final, pero tuvo que sudar lagrimas de sangre para superar a un 70/30 que dejó todo hasta el final del partido.
El rival de esta noche será Godoy Cruz de Mendoza, el mismo de la jornada del martes. Claro que, a este nivel, no hay un partido igual a otro. Puede ser totalmente diferente. El encuentro se jugará hoy a las 21 horas cuando se cierre la llave de Cuartos de Final.
Pero volvamos al partido de anoche ante 70/30. Aunque Nehemías Barría, en menos de dos minutos de iniciado el encuentro había puesto arriba al aurinegro de Esquel, el partido fue sumamente peleado, disputado con muchas faltas pitadas, con un revoleo de tarjetas. En verdad, un partido que se jugó con “el cuchillo entre los dientes”. Bien de mata y mata.
Por el lado de Wenú debemos señalar el inmenso trabajo de Franco Flores en defensa (sin dudas el mejor jugador en la noche de Esquel) donde contuvo cada uno de los ataques del equipo comodorense.
Fue un limpiaparabrisas. Limpió todo lo que molestaba cerca del área de Josué de Godos en el primer tiempo y de Gonzalo Antieco en el segundo periodo.
Habrá que ver el físico de Flores para un partido sumamente complicado como el de esta noche.
El gran problema que tuvo Wenú es que se cargó de faltas en pocos minutos del partido y para colmo, en la mitad del segundo tiempo, se expuso a los tiros castigos, donde por esa vía Gustavo Scotto pudo logró el empate.
A partir de ahí el partido se hizo dramático. Wenú no quería llegar al tiempo extra, pero tampoco podía descuidarse en defensa.
Cada movimiento de la banca era como una movida de ajedrez. Había que cuidar el físico de un equipo que ya venía maltrecho. Y ante el mínimo error te quedás afuera del torneo.
Y se llegó con ese nivel de paridad a al tiempo extra
El gran pie de Gonzalo Antieco, el desvió exacto de Elvis Bahamonde y el cielo que se fue despejando de nubes. Un viento fresco dejó los nubarrones hacia un costado. El aire quedó más limpio. Pero no había que descuidarse, vivimos en la Patagonia.
Siempre hay que estar protegido.
Y con el correr de los minutos, 70/30 intentó volcar la balanza a su favor, pero no pudo.
El tercer tanto logrado por Elvis Bahamonde, a tres minutos del final del partido, fue el golpe de gracia.
Claro que hubo tiempo para el cuarto gol con la corrida de Enzo San Martín. Con el 4 a 1 uno cree que la victoria fue por demás amplia para el local pero, reiteramos, la victoria para el elenco de Wenú, se sostuvo con el corazón caliente y, sobre todo con el aliento desde el Cielo por parte de Vivian, la mascota de Wenu, a cinco años de su partida.