La cápsula de la sonda aterrizó este martes en la región septentrional china de Mongolia Interior, marcando un logro para el programa espacial del país asiático.
La misión, que comenzó hace casi dos meses, tuvo su momento culminante cuando el orbitador soltó el módulo de reentrada con las muestras mientras entraba en la órbita terrestre. Según informó la Administración Nacional del Espacio de China (ANEC) en un comunicado, el aterrizaje se produjo de manera precisa y suave a las 14:07 hora local (06:07 GMT) en el área prevista.
El proceso de aterrizaje implicó maniobras precisas de desaceleración cuando el módulo de retorno de Chang’e 6 entró en la atmósfera a una velocidad de aproximadamente 11,2 kilómetros por segundo y a una altitud de 120 kilómetros sobre la superficie terrestre. A unos 10 kilómetros de la superficie, se desplegó el paracaídas para asegurar un descenso estable hasta el lugar de aterrizaje en Siziwang, provincia de Mongolia Interior.
Una vez en tierra, el equipo de recuperación izó la bandera china en el sitio del aterrizaje y comenzó los preparativos para transportar la cápsula por vía aérea a Pekín, donde se abrirá para extraer las muestras recolectadas. En una conferencia de prensa posterior al aterrizaje, Zhang Kejian, director de la ANEC, declaró que "la misión lunar de la Chang’e 6 ha finalizado con éxito".
El presidente chino, Xi Jinping, extendió sus felicitaciones por el completo éxito de la misión, destacando el esfuerzo de China por consolidarse como una potencia espacial y tecnológica. "Durante los últimos veinte años, todos los involucrados en el proyecto de exploración lunar han escalado las cumbres de la ciencia y la tecnología, logrando destacados avances que han captado la atención mundial", mencionó Xi Jinping según la agencia oficial Xinhua.
El futuro del programa espacial chino incluye dos misiones más de la serie Chang’e dedicadas a la exploración del polo sur lunar. La Chang’e 7, programada para 2026, buscará depósitos de hielo de agua en esta región, mientras que la Chang’e 8, prevista para 2028, explorará posibles usos de los recursos descubiertos y sentará las bases para futuras exploraciones tripuladas hacia 2030.
O.P