El juicio por la muerte de Tino John comenzó esta semana y promete extenderse durante varias jornadas en la ciudad de Esquel.
En el banquillo están tres integrantes de la fuerza policial de Chubut, acusados por su responsabilidad en el operativo que terminó con la vida del vecino de Lago Puelo, ocurrida el 27 de mayo de 2021 durante un allanamiento en su vivienda.
La audiencia inicial dejó frases que sintetizan las posiciones enfrentadas:
“Tenían que cuidarlo, no matarlo”, dijo el fiscal Martín Robertson, repitiendo las palabras de la esposa de Tino John aquella noche.
Desde la querella señalaron que “lo acorralaron como a un conejo en la madriguera”.
En cambio, las defensas de los policías insistieron en que “cumplían con su deber”.
Episodio trágico
Durante su exposición, el fiscal Robertson describió a Tino John como “un vecino muy conocido y querido en la Comarca Andina”, recordando que fue uno de los primeros en ofrecer alquiler de equipos de esquí, además de productor chacarero y amante de los autos clásicos.
También destacó que el hombre atravesaba un trastorno bipolar maníaco depresivo, del que su entorno sabía cómo acompañarlo durante los episodios.
Según reconstruyó la Fiscalía, en los días previos al operativo Tino atravesaba una crisis de estrés.
El 26 de mayo de 2021, tras una discusión con un vecino, este último radicó una denuncia que derivó en una orden judicial de allanamiento para secuestrar armas en su chacra.
Dicha orden incluía la presencia obligatoria de personal de salud mental, además de la participación del GEOP, el Grupo Especial de Operaciones Policiales.
La acusación: una decisión sin esperar a Salud Mental
Para la Fiscalía, la falla estuvo en la decisión de ejecutar el allanamiento sin aguardar al personal médico especializado, lo que derivó en un desenlace fatal.
A las 10 de la mañana del 27 de mayo de 2021, el GEOP irrumpió en la vivienda y, en medio del operativo, Tino John fue alcanzado por una bala disparada por el sargento primero Luis Américo Moggiano.
El fiscal Robertson acusa al entonces jefe de la comisaría de El Hoyo, Omar Eduardo Martínez, y al jefe del GEOP, Cristian Alejandro Soto, de violación de los deberes de funcionario público, mientras que a Moggiano lo señala como autor del disparo mortal.
La querella: “fue acorralado y asesinado”
La querella, por su parte, amplió la mirada sobre el estado de salud de Tino, planteando que, en pleno brote psicótico, fue acorralado por los agentes, en un allanamiento que ignoró los protocolos legales para personas con padecimientos mentales.
Sostienen que los responsables policiales violaron sus deberes al no esperar a los profesionales de salud y permitir un accionar “de combate” que terminó en el homicidio agravado del vecino.
Las defensas: “cumplían con su deber”
Las defensas de los tres acusados ofrecieron una visión opuesta.
Afirmaron que la intervención fue legítima y autorizada judicialmente, motivada por una situación de riesgo inminente tanto para los vecinos como para la propia familia de John.
Sostienen que los policías actuaron conforme a protocolo, que no hubo intención de causar daño, y que el resultado fue un “desenlace trágico, pero no buscado”.
El juicio
Tras los alegatos iniciales, las partes acordaron los hechos no discutidos y comenzaron las declaraciones testimoniales.
Se espera que el juicio se extienda durante varios días, con la participación de testigos, peritos y familiares.
El proceso busca determinar si la muerte de Tino John fue el resultado de una negligencia institucional o de una acción justificada en cumplimiento del deber.
O.P.