Luego de varios días de incertidumbre y un operativo de búsqueda de gran magnitud, se conocieron nuevos detalles sobre el hallazgo con vida de María José San Martín, la oficial de policía de 25 años que había desaparecido en la zona norte del Lago Colhué Huapi, en Sarmiento, atravesada por condiciones climáticas extremas.
Más allá del anuncio oficial que confirmó su aparición, la forma en que fue encontrada y el lugar donde permaneció durante horas resultan claves para entender la magnitud del episodio y el riesgo al que estuvo expuesta.
Caminaba desorientada y a pocos metros del punto donde quedó varada
Según confirmó la fiscal Rita Barrionuevo, a cargo de la investigación, San Martín fue hallada caminando, consciente pero con un cuadro avanzado de deshidratación, a aproximadamente 500 metros del sitio donde el vehículo había quedado encajado en la arena.
El hallazgo se produjo en un sector de difícil acceso, sin referencias visibles y afectado por fuertes ráfagas de viento y tormentas de arena, lo que había complicado tanto su orientación como las tareas de rastrillaje.
La joven fue asistida de inmediato por personal médico y trasladada para su evaluación, priorizando la estabilización de su estado de salud.
Una decisión en medio del viento y la arena
La reconstrucción de los hechos permitió establecer que la desaparición ocurrió cuando la oficial y una compañera quedaron varadas con el vehículo en un área que no conocían, sin señal de telefonía celular.
Ante la imposibilidad de comunicarse y en medio de un temporal, ambas tomaron la decisión de continuar a pie en direcciones distintas, con la esperanza de encontrar cobertura o ayuda. Con el paso de las horas, María José perdió contacto, mientras su compañera logró regresar y dar aviso.
Ese punto marcó el inicio de un operativo de búsqueda intensivo, que se extendió durante varios días y movilizó a fuerzas policiales, equipos especializados y recursos logísticos en un terreno hostil.
Sin agua, sin comida y con el celular descargado
Uno de los aspectos que más preocupó a los investigadores fue que la joven no contaba con agua ni alimentos, y que la batería de su teléfono celular se había agotado rápidamente, dejándola completamente incomunicada.
Las bajas temperaturas nocturnas, el viento persistente y la sequedad del ambiente aumentaron el riesgo de deshidratación y desorientación, factores que pudieron haber tenido un desenlace trágico.
Operativo y trabajo coordinado
Desde el Ministerio Público Fiscal remarcaron la rápida activación del protocolo de búsqueda y el trabajo articulado entre las distintas áreas intervinientes, lo que resultó determinante para localizar a la oficial con vida.
O.P.