Este 29 de diciembre se celebra en Argentina el Día del Bromatólogo, una jornada dedicada a reconocer la labor fundamental de los profesionales que se encargan del estudio y control de los alimentos. Su trabajo, aunque muchas veces silencioso, es el principal escudo de la salud pública frente a las enfermedades transmitidas por productos en mal estado o contaminados.
¿Por qué se celebra el 29 de diciembre?
El origen de esta conmemoración se remonta al año 1953, cuando se graduaron los primeros profesionales en esta disciplina en el país. El hito ocurrió en la Escuela Superior de Bromatología, en la provincia de Mendoza. Aquella primera promoción marcó el inicio de la profesionalización del control alimentario en Argentina, sentando las bases para una formación académica rigurosa que hoy se dicta en diversas universidades del país.
¿Qué es la Bromatología y qué hace un profesional del área?
La palabra proviene del griego broma (alimento) y logos (estudio). Por lo tanto, es la ciencia que estudia de manera integral e intrínseca a los alimentos. El campo de acción de un bromatólogo es sumamente amplio y abarca:
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Análisis químico y físico: Evalúan la composición de los alimentos, sus nutrientes y sus propiedades organolépticas (sabor, olor, textura).
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Inocuidad y seguridad: Controlan que los productos estén libres de agentes patógenos, toxinas o contaminantes que puedan afectar la salud de los consumidores.
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Procesos de producción: Supervisan desde la obtención de la materia prima hasta el envasado y transporte, garantizando que se cumplan las normativas vigentes, como el Código Alimentario Argentino.
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Etiquetado y calidad: Verifican que la información nutricional sea veraz y que el producto mantenga sus estándares de calidad a lo largo del tiempo.
Su importancia en la salud pública
El rol del bromatólogo es crucial para prevenir brotes de enfermedades como el botulismo, la salmonelosis o el síndrome urémico hemolítico. Al actuar como auditores y analistas, estos profesionales aseguran que las cadenas de suministro sean seguras, especialmente en un país como Argentina, donde la industria alimentaria es uno de los motores principales de la economía.
En este día, se destaca la necesidad de seguir fortaleciendo los controles bromatológicos en todos los niveles (municipal, provincial y nacional) para garantizar que el acceso al alimento sea siempre sinónimo de salud y bienestar.
T.B