El Gobierno nacional oficializó un nuevo aumento en los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, una medida que tendrá impacto directo en los precios de la nafta y el gasoil durante todo el mes de enero.
La decisión fue publicada en el Boletín Oficial a través del Decreto 929/2025, que lleva la firma del presidente Javier Milei, el ministro de Economía Luis Caputo y el jefe de Gabinete Manuel Adorni.
¿De cuánto es el aumento en los impuestos?
Según lo establecido por el Poder Ejecutivo, los incrementos impositivos serán los siguientes:
Para las naftas:
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$17,291 por litro en el impuesto sobre los combustibles líquidos.
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$1,059 por litro en el impuesto al dióxido de carbono.
Para el gasoil:
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$14,390 por litro en el gravamen general.
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$7,792 por litro correspondientes a la alícuota diferencial, que rige en regiones como la Patagonia y otras zonas del interior del país.
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$1,640 por litro en concepto de impuesto al dióxido de carbono.
Estos valores se trasladan al precio final que pagan los consumidores en estaciones de servicio.
El argumento oficial del Gobierno
En los considerandos del decreto, el Gobierno explicó que la suba es necesaria para “continuar estimulando el crecimiento de la economía a través de un sendero fiscal sostenible”.
El aumento forma parte de una serie de actualizaciones mensuales que se vienen aplicando desde 2024, en el marco de la política de recomposición de los ingresos fiscales.
Cómo se actualizan los impuestos a los combustibles
La normativa detalla que los montos actualizados surgen de una fórmula de ajuste trimestral basada en la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que publica el INDEC.
Desde 2018, tanto el impuesto sobre los combustibles líquidos como el impuesto al dióxido de carbono deben actualizarse cada tres meses según la inflación. Sin embargo, distintas administraciones decidieron postergar o escalonar esas subas para moderar su impacto en los precios al público.
Qué es el impuesto al dióxido de carbono
El impuesto al dióxido de carbono (CO₂) grava las emisiones contaminantes generadas por el uso de combustibles fósiles. Se cobra como un monto fijo por litro, que se suma al impuesto principal sobre los combustibles líquidos.
Si bien representa una porción menor de la carga impositiva total, su actualización es automática y acompaña al resto de los tributos para mantener su valor real, tanto desde el punto de vista fiscal como ambiental.
Subas postergadas hasta 2026
Cabe recordar que a fines de noviembre el Gobierno dispuso postergar nuevos aumentos impositivos, estableciendo que la suba pendiente correspondiente a 2024, junto con las actualizaciones de los primeros tres trimestres de 2025, recién se aplicará a partir del 1° de enero de 2026.
Esa medida alcanza a la nafta súper, nafta virgen y gasoil.
O.P.