Es esquelense, por más que haya nacido en Buenos Aires y estuvo estos últimos años en dicha ciudad.
Florencia Romero es esquelense. Lo es por adopción y porque su corazón siempre estuvo acá.
Florencia Romero es chubutense, porque se sintió de esa manera cuando conoció a Pablo Lara y a Yanina Baliente, entre otros tantos amigos. Florencia es de acá, aunque su DNI marque lo contrario.
Defendió la camiseta de Chubut en los Juegos Evita y en los Para Araucanía. Por eso, Florencia es nuestra, Florencia es esquelense.
La destacada atleta paralímpica Florencia Romero, quien representó al país en distintos campeonatos ParaSudamericanos, ParaPanamericanos y sobre todo en los Juegos Paralímpicos de Rio de Janeiro y Tokio volvió a Esquel para radicarse nuevamente aquí, en este caso junto con su novio, David Emanuel Gómez, quien es yudoca Paralímpíco de nivel internacional.
Ambos deportistas mantuvieron un encuentro con el delegado regional de Chubut Deportes, Lucas De Godos; la directora del ente deportivo, profesora Alejandra Ibrahim y el coordinador deportivo, profesor Miguel “Cory” Reyes; a fin de informarles sobre esta nueva radicación en la cordillera chubutense y la agenda deportiva que se viene por delante.
Florencia indicó que “estoy muy contenta de volver a Esquel. Aquí la idea es seguir haciendo deporte y trabajar. Tenemos un proyecto junto a mi novio que se mantiene en la Selección Argentina de Judo y él tiene compromisos por delante”.
“Siempre la recepción en Chubut Deportes es muy cálida, desde Milton a quien conozco hace mucho, hasta cada delegado con quien nos encontramos. Es una alegría encontrarnos con todos”.
GRAN HISTORIA DE VIDA Y SUPERACIÓN
Cabe señalar que Florencia (nacida el 29 de mayo de 1996 en Buenos Aires) siendo una niña de 8 años perdió por completo la visión. Junto a su familia se mudó a Esquel y aquí mismo se aferró al deporte, cuando practicó esquí, natación y atletismo; más orientada al lanzamiento de disco y de bala.
Sus destacados logros la posicionaron como una gran atleta argentina y, a los 17 años, debió regresar a Buenos Aires ante la primera convocatoria del seleccionado nacional.
Como todos los deportistas con discapacidad, que son ejemplo de superación y fortaleza; afrontan rutinas, entrenamientos y competencias sin nunca bajar los brazos.
Florencia es reconocida por su humor y su fuerte espíritu indomable, el mismo que la llevó a brillar en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 y Tokio 2020, así como a consagrarse como medallista en los Juegos ParaPanamericanos en Santiago 2023.
A finales de 2022, su vida dio otro giro inesperado: un cáncer de ovarios que requirió cirugía y seis meses de recuperación lejos de las pistas. Para muchos, este diagnóstico habría significado el final de su carrera, pero para Florencia fue un nuevo desafío que afrontar.
Con la misma determinación que la caracteriza, regresó a la competición y reafirmó su lugar como una de las grandes referentes del deporte adaptado en la Argentina.
En los Juegos ParaPanamericanos de Santiago 2023, su esfuerzo fue recompensado con una medalla de bronce en lanzamiento de disco F11. Esta presea, obtenida en el Estadio Nacional de Chile, tuvo un sabor especial, recordándole que los obstáculos no son más grandes que su capacidad para vencerlos.
CON EL OBJETIVO DE DERRIBAR PREJUICIOS
Florencia actualmente no solo se destaca en el deporte; también es una líder fuera de las pistas. En el último tiempo, decidió volcar su experiencia de vida a las redes sociales, convirtiéndose en influencer (@romerofloreencia).
La idea la lleva adelante junto a su pareja “el Yaca”, también atleta paralímpico y ciego.
En sus videos hacen referencia a la inclusión, fusionando el deporte con la profesión de “Flor”, quién es docente de educación especial.
A través de su contenido, Florencia educa, sensibiliza y busca derribar prejuicios que se mantienen en nuestra sociedad.
Su mensaje no solo se enfoca en la discapacidad, sino también en la importancia de la inclusión y el respeto.
“Siempre sos bienvenida a Esquel, Flor” le dijo el delegado de Chubut Deportes, Lucas De Godos junto a la profesora Alejandra Ibrahim y al profesor “Cory” Reyes; en este encuentro donde las sonrisas y la alegría de volver a hacer deporte junto a amigos es una caricia a diario.