En muchas personas, el teléfono celular se convirtió en una extensión de sus cuerpos . Ya sea por temas personales o laborales, su dependencia se volvió tal que lo utilizan a toda hora y en cualquier lugar, incluso el baño. Ahora, se supo que esta práctica puede ser peligrosa y tener consecuencias para la salud.
De acuerdo a un estudio hecho por la Harvard Medical School y publicado por PLOS One, quienes usan el smartphone mientras están sentados en el inodoro tienen un 46% más de riesgo de desarrollar hemorroides. La investigación apunta al prolongado tiempo sentado como factor determinante, ya que esta posición aumenta la presión sobre los vasos sanguíneos del canal anal y favorece el agrandamiento de los cojines hemorroidales.
Según una encuesta hecha en Alemania, el 54% de los adultos va al baño con el celular, mientras que en el grupo de 24 a 34 años esa cifra se dispara hasta el 80%. Quienes tienen esta práctica como costumbre, suelen utilizar sus celulares para ver noticias, mandar mensajes o revisar redes sociales, perdiendo la noción del tiempo y llevando a una permanencia innecesariamente prolongada en el inodoro. Una de las recomendaciones es recurrir a un temporizador para que la visita al baño no se extienda más de lo debido.
Usar el teléfono en el baño está muy lejos de ser una práctica inofensiva. Quienes lo hacen olvidan un factor que puede tener serias consecuencias. El inodoro, los accesorios y las superficies albergan bacterias y virus, algunos de los cuales son potencialmente peligrosos si entran en contacto con la piel o las mucosas.
Estudios realizados por expertos en epidemiología detallaron que, cuando llevamos el celular al baño, puede terminar contaminado con bacterias como Escherichia coli, Staphylococcus aureus y otros microorganismos patógenos. Existe la posibilidad de que estas bacterias se transfieran a las manos y luego a la boca, ojos u otras zonas, incrementando el riesgo de infecciones gastrointestinales, conjuntivitis y otras enfermedades transmitidas por contacto.
Además, el hecho de manipular el aparato en un ambiente húmedo o con presencias de vapores favorece a la proliferación de microorganismos en su superficie. La falta de higiene en estos casos puede conducir a irritaciones cutáneas o inflamaciones, especialmente en personas con sistemas inmunológicos comprometidos o condiciones preexistentes.
Según una encuesta, solo el 39% de los usuarios limpia su dispositivo tras ir al baño. Markus Egert, de la Universidad de Furtwangen, recomienda desinfectar el móvil regularmente con toallitas con alcohol para minimizar la contaminación y proteger la salud.
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