La Patagonia se ha convertido en escenario de una serie de avistamientos de animales con albinismo, una condición genética que resulta en la ausencia total o parcial de pigmentación. Estos hallazgos han capturado la atención de biólogos y entusiastas de la naturaleza, revelando una faceta singular de la fauna en el Cono Sur.
Una rareza que se repite en la Patagonia
Recientemente, fotógrafos en Chile lograron capturar imágenes de un pudú albino, la especie de ciervo más pequeña del mundo, que se encuentra en riesgo. Este descubrimiento resalta el interés global por este tipo de fenómenos y, al mismo tiempo, establece un paralelo con los múltiples casos registrados en la provincia de Chubut, en Argentina.
La fauna albina de Chubut ha sido testigo de una serie de avistamientos extraordinarios que confirman la presencia de esta condición. Hace unos meses, cerca de Comodoro Rivadavia, se avistó un zorro gris albino que se ha vuelto famoso por su sociabilidad. Otro caso ocurrió cerca de Gan Gan, cuando un vecino, Walter Rodríguez, fotografió un piche albino. Coincidentemente, este hallazgo tuvo lugar cerca de la localidad de Blancuntre, que en idioma mapuche significa "piche blanco".
A la lista de avistamientos se han sumado un ñandú y un guanaco albino, lo que subraya la diversidad de especies que pueden manifestar esta condición. Además, la Fundación Ballena Franca Austral y el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) registraron la primera cría de ballena franca austral completamente blanca en el Golfo Nuevo, un caso único y fascinante debido a su variabilidad genética.
El costo de ser diferente
El albinismo puede ser una desventaja significativa en la naturaleza. La falta de pigmentación en el pelaje de estos animales los hace más visibles para los depredadores, convirtiéndolos en un "blanco fácil".
La presencia de estos ejemplares raros en la población animal de la Patagonia no solo despierta asombro, sino que también ofrece a los especialistas la oportunidad de estudiar su genética y la diversidad de las especies. El avistamiento del pudú albino en Chile y los múltiples casos en Chubut confirman el valor de la observación y la conservación de la vida silvestre, recordándonos que la naturaleza siempre tiene sorpresas guardadas.
T.B