La justicia emitió un veredicto condenatorio por abuso sexual simple en la Comarca Andina, en un caso que involucra a un niño de solo 4 años. El delito, que se encuadra como abuso sexual simple, implica tocamientos o manoseos con connotación sexual sin acceso carnal.
La gravedad del hecho reside en la edad de la víctima, sino también en el vínculo familiar. La situación fue detectada gracias a cambios en el comportamiento del niño y al compromiso de la escuela, que advirtió señales de alerta y sugirió a la madre buscar ayuda profesional.
El develamiento: dibujos, juegos y escucha activa
Durante el proceso terapéutico, el niño pudo expresar lo vivido a través de juegos simbólicos y dibujos, herramientas para el abordaje con infancias. La terapia permitió un develamiento progresivo: primero con manifestaciones emocionales como ira, rechazo al padre y aislamiento, y luego con relatos claros de situaciones de abuso durante momentos de juego.
El rol de la madre, la escuela y los profesionales
Frente a los indicios, la madre decidió actuar. Realizó la denuncia correspondiente y solicitó medidas de protección para su hijo. A lo largo del proceso debió renovar periódicamente esas medidas, mostrando la necesidad de acompañamiento sostenido por parte del Estado.
Este caso visibiliza cómo la coordinación entre familia, escuela y profesionales de la salud puede evitar que las situaciones de abuso continúen en silencio. La detección temprana no es simple, pero estar atentos salva vidas.
¿Cuáles son los síntomas de alerta frente al abuso sexual infantil?
Según UNICEF, los niños y niñas víctimas de abuso pueden no manifestar signos físicos evidentes, pero hay cambios de comportamiento que deben llamar la atención:
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Cambios repentinos de ánimo, ira o aislamiento.
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Pesadillas o dificultades para dormir.
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Miedo a estar a solas con ciertas personas.
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Juegos sexualizados inadecuados para su edad.
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Dificultades en la escuela o retrocesos en el aprendizaje.
Detectar estos cambios no implica confirmar abuso, pero sí indica que algo ocurre y que el niño necesita ayuda. Lo más importante es escuchar sin juzgar, brindar contención y acudir a profesionales especializados.
La prevención es responsabilidad adulta
La prevención del abuso sexual infantil es tarea de los adultos, no de los niños. Ellos no tienen por qué denunciar, defenderse ni comprender lo que les sucede. Necesitan adultos que crean, actúen y los protejan.
¿Dónde buscar ayuda en la Comarca Andina?
Si sospechás de una situación de abuso, hay redes de apoyo disponibles. Podés comunicarte con:
- Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito (SAVD) – Fiscalía de Lago Puelo | Dirección: Los Jazmines 270, El Hoyo. Teléfono: 2944-471804/805 (interno 104). savdlagopuelo@juschubut.gov.ar
- Comisarías de la Mujer – Comarca Andina: Epuyén 2945 40-3266, Cholila 2945 41-4420, El Maitén 2945 61-3899, El Hoyo: +54 9 2944 38-2565
O.P