Un hombre y dos menores de edad sobrevivieron milagrosamente a las condiciones climáticas extremas de Alaska. Es que la avioneta en la que viajaban cayó a un lago congelado en la península de Kenai y debieron atravesar una noche durísima sobre una de las alas de la aeronave, antes de ser rescatados. La avioneta Piper PA-12 Super Cruiser despegó el domingo desde el aeropuerto de Solodna, en Alaska, con destino al lago Skilak, pero jamás regresó.
John Morris, padre del piloto de 38 años contó que el teléfono móvil de su hijo había sonado por última vez hacia las 5 de la tarde del domingo en la zona del lago Tustumena. Horas después del inicio de ese viaje con fines turísticos, hacia las 22.30 de ese mismo día, el avión fue reportado como desaparecido.
Scott Holmes, amigo de la familia, publicó una solicitud de ayuda en Facebook. Su posteo fue compartido 420 veces, precisó el hombre a un medio local. "Estoy orgulloso de quienes dieron un paso al frente y ayudaron", expresó.
Uno de los voluntarios que acudió a esa llamada e inició la búsqueda fue Dale Eicher, una persona con experiencia en ese tipo de tareas, así como también en las de rescate. Apenas inició esas labores, Eicher contó que escuchó por la radio que Terry Godes, otro voluntario, había encontrado el avión y a sus tres ocupantes.
“Llamé a la policía inmediatamente porque aún tenía cobertura y sabía que era muy probable que el tipo que lo había encontrado no la tuviera. Me quedé muy sorprendido. No esperaban que los encontráramos con vida. No siempre sale tan bien”, destacó.
El piloto y los dos pequeños se encontraban sobre las alas del avión, encima del lago congelado. Eran alrededor de las 10.30 de la mañana del lunes y habían logrado sortear una noche difícil, con temperaturas aproximadas de 20 grados bajo cero, y sobrevivir.
Luego de obtener las coordenadas exactas, la Guardia Nacional de Alaska movilizó desde la base de Anchorage un helicóptero con alcance extendido, un elevador y un médico.
El teniente coronel Brendon Holbrook, comandante del 207.º Regimiento de Aviación, explicó que la primera opción fue rescatar a los sobrevivientes con el helicóptero sobrevolando la avioneta, que quedó parcialmente congelada sobre el hielo, lo que impidió que se hundiera.
Sin embargo, la corriente de aire que generaba el helicóptero dificultaba el ascenso de los más pequeños. Finalmente, se pudo llevar a cabo el rescate desplazando esa aeronave hacia un costado, permitiendo el acceso a la avioneta de los socorrristas.
Según contó más tarde Holbrook, los tripulantes más jóvenes estaban secos, pero el piloto había estado en algún momento en el agua y tenía signos de hipotermia.
En ese marco, los tres sobrevivientes, que serían familiares directos de acuerdo con lo informado por un portavoz de la Policía de Alaska, fueron trasladados a un hospital del área de la península de Kenai para recibir tratamiento por lesiones, aunque ninguna de ellas ponía en riesgo sus vidas.
El lago Tustumena, de 24.200 hectáreas, se encuentra a unos 130 kilómetros al suroeste de Anchorage y organismos locales destacan como sus principales características a “sus vientos repentinos y peligrosos".