El gobierno de Javier Milei confirmó la salida de Juan Alberto Pazo como director ejecutivo de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y anunció que su reemplazo será Andrés Edgardo Vázquez, hasta ahora titular de la Dirección General Impositiva (DGI).
La decisión fue comunicada mediante un comunicado del Ministerio de Economía y formalizada en el Boletín Oficial a través del Decreto 890/2025, que acepta la renuncia de Pazo a partir del 18 de diciembre de 2025.
El movimiento implica un reordenamiento en el esquema de poder del área económica. Vázquez responde directamente a Santiago Caputo, asesor presidencial, quien suma influencia sobre un organismo estratégico para la recaudación en un escenario de fuerte ajuste fiscal y presión por sostener el superávit.
Quién es Andrés Edgardo Vázquez
Vázquez es un funcionario de carrera con más de 30 años dentro del sistema impositivo. Es licenciado en Administración y contador público, egresado de la UADE, e ingresó a la DGI en la década de 1990. Desde entonces ocupó distintos cargos jerárquicos bajo gobiernos de distinto signo político, lo que le valió fama de perfil técnico adaptable a los cambios de gestión.
Durante los años noventa fue jefe interino de la Dirección de Inteligencia Fiscal y, en etapas posteriores, dirigió la estratégica Dirección Regional Sur. En 2009 quedó en el centro de la escena cuando ordenó un operativo con unos 200 inspectores en oficinas del Grupo Clarín, en el marco de la confrontación entre el kirchnerismo y el multimedio. Aquella maniobra fue denunciada como un apriete y derivó en una causa penal.
En su currículum figuran capacitaciones internacionales vinculadas a la lucha contra el lavado de dinero y delitos financieros, con participación en seminarios del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y cursos del Departamento de Justicia y la DEA.
Inmuebles no declarados y controversias
La designación de Vázquez vuelve a poner bajo la lupa su situación patrimonial. En 2024, una investigación periodística reveló que el funcionario adquirió, a través de sociedades en el exterior, tres inmuebles en Estados Unidos por más de 2 millones de dólares que no habrían sido declarados ante la Oficina Anticorrupción.
Dos de esas propiedades estarían administradas mediante un entramado de empresas radicadas en paraísos fiscales, con participación accionaria de Vázquez desde hace más de una década. Tras la publicación, la Procuraduría de Investigaciones Administrativas abrió un expediente para analizar el caso.
A ese episodio se sumó otra polémica: el ascenso de su esposa desde un cargo de jefa de sección a la titularidad interina de una Dirección Regional dentro de ARCA, hecho que alimentó críticas internas y externas en medio de una disputa política por el control del organismo.
La salida de Juan Pazo y los motivos detrás de la renuncia
La renuncia de Juan Pazo se comunicó de manera abrupta, lo que reflejó que la decisión ya estaba tomada antes de finalizar el lunes. Según la versión oficial, Pazo optó por regresar al sector privado, donde desarrolló la mayor parte de su carrera profesional. Desde el Ministerio de Economía señalaron que continuará colaborando con el ministro Luis Caputo desde el ámbito privado.
Sin embargo, fuentes cercanas al organismo indicaron que la tensión permanente del cargo, sumada a la caída del superávit y a las exigencias crecientes sobre la recaudación, aceleraron su salida. En particular, Pazo mantenía un fuerte conflicto con la Unión Industrial Argentina por la intención de cobrar a grandes empresas deudas millonarias vinculadas a la actualización por inflación de quebrantos impositivos.
Pazo retoma ahora el control de sus emprendimientos privados. Está vinculado al grupo textil “Las Blondas”, productor de marcas como Rapsodia, Caro Cuore y Baby Cottons, y mantiene relaciones personales y comerciales con Luis Caputo y con el empresario Francisco De Narváez, con quien comparte antecedentes políticos y empresariales.
Con la designación de Vázquez, ARCA tendrá su tercer director ejecutivo desde el inicio de la gestión Milei, tras los pasos de Florencia Misrahi y Juan Pazo. El nuevo titular enfrentará un desafío central: sostener y mejorar la recaudación sin aumentar la presión impositiva, en un contexto de ajuste del gasto y desaceleración económica.
O.P.